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Los vínculos entre arte y ciencia son antiguos, desde el punto de vista histórico, y se han ido estrechando con el tiempo. Pensemos en los griegos y, después, transcurridos los siglos, en Leonardo da Vinci, en Alberti, en Brunelleschi, en los pintores impresionistas, lectores del químico francés Chevreul, y en muchos otros. Sin embargo, bajo los efectos del racionalismo clásico y el positivismodel siglo XIX, el arte y la ciencia parecían, hace relativamente poco tiempo, habernos vuelto la espalda y haber incluso sistematizado la tradicional oposición entre la razón y la imaginación, la objetividad y la subjetividad, la demostración y la creación, el trabajo de equipo y el genio individual, etc.
 
Pero ese divorcio no habrá durado mucho. Nuestra cultura evoluciona. Asistimos en laactualidad a un acercamiento, un escarceo manifiesto entre ciencias y letras. Las inhibiciones aristotélicas se derrumban. Podremos observar además un retorno del diálogo entre el arte y la ciencia como el que encarnara Leonardo da Vinci en el Quattrocento, diálogo que ha sido recientemente reactivado por la Revista Leonardo de las artes, la tecnología y las ciencias fundada en 1968 por Frank Malina,un científico artístico, precursor del arte cinético que ya en los años sesenta había propuesto establecer un laboratorio en la luna. La proyección de esta revista se ha mantenido y desarrollado gracias a su hijo, Roger Malina, también astrofísico, y gracias sobre todo a las comunidades artísticas de internet, como la de la red Yasmin.
 
Hace, entonces, más de cuarenta años que observamos elsurgimiento de nuevas tendencias artísticas que no sólo mantienen una relación estética con las matemáticas, o con las ciencias humanas y naturales, sino que se vuelven hacia las ciencias más innovadoras y con mayor capacidad de exploración del universo y de la vida. El Museo de Ciencias de San Francisco, el famoso Exploratorium fundado por el físico Frank Oppenheimer invita, al cabo de treintaaños, a una serie de artistas a presentar sus instalaciones  inspiradas por la ciencia, y muchos museos de ciencias han copiado su iniciativa. El interés de los artistas del siglo XX se ha centrado sobre todo en el psicoanálisis del arte surrealista, después en la arte-terapia, ha virado hacia la psicología en el arte abstracto y gestual, hacia la psiquiatría en el llamado “arte de los locos”, hacia lalingüística y la epistemología en el arte conceptual, hacia la sociología y las ciencias de las comunicaciones en el arte sociológico, ya sea el body art, la etnología de las tendencias posmodernas o el estudio de las artes primitivas El desarrollo de la informática, de los lenguajes de programación y los algoritmos, ha contribuido a su vez a reactivar el diálogo tradicional con las matemáticas,relanzado por el op-art y el arte cinético y asumido después con gran audacia con la aparición del arte por ordenador. Es preciso además subrayar que la propia ciencia surge, cada vez más con más frecuencia, de la creación de un modelo gráfico, de la visualización y la manipulación de un corpus gráfico, y recurre incluso a imágenes de artistas, especialmente en astrofísica, biótica y virología.
 En los últimos veinte años el arte ha ido desarrollando un diálogo cada vez más activo con las ciencias “duras” –como la astrofísica, la física cuántica, la simulación, el modelado virtual de espacios, los ecosistemas, la biología y la genética, y la neurología– y otras ciencias cognitivas, incluso la teoría de los “memes” y la contaminación viral, pero también las nanotecnologías, la robótica,los agentes inteligentes, el control de la identidad genética y digital, la televigilancia, etc. A partir de ahora no hablaremos sólo de arte matemático, por ordenador o fractal, sino también de bioarte, de arte espacial, arte ecológico, arte telemático, arte sociobiológico, etc. Numerosos artistas cruzan la frontera entre estos dos campos de actividad y se interesan por esa nueva imagen del...