Ser docente

“En cuanto me elijo a mí mismo en mi conducta, soy el único que tiene deber ser en el universo. Ahí yo elijo la ley que me doy a mí mismo. Es decir, me libero de la naturaleza, hasta puedo ir contra ella, elijo el yo que quiero ser según el deber ser.
En la naturaleza, todo lo que tengo que hacer es comer bien, descansar bien, y si para lograrlo he de explotar a mi prójimo, pisotear su vida ydespreciar su existencia, lo hago porque como el pájaro, la hierba y el océano soy arrastrado por leyes inexorables de supervivencia. Sobrevivir es la ley.
En la moral tengo deberes que cumplir con mis padres, mis hijos, con mis vecinos. Eso no lo dicta la naturaleza, al contrario, la naturaleza dicta egoísmo, ausencia de todo deber. Ahí voy rodando entre querer y querer, impulsos y gustos ypreferencias, días nublados, días de sol, que me van arrastrando en el torrente de una causalidad ajena a mí. Sólo el deber me libera de ese ser natural. El deber me hace libre y la libertad me hace persona, alguien que decide su propio destino. Ya no soy un medio entre otros medios. Soy un fin en mí mismo. La persona es un fin en sí y esa es su dignidad más alta, y esta es la definición de la moral:ser un fin y respetar al otro como un fin en sí.”
Jaime Barylko


En el deber ser que hace libre al ser humano debería elegirse como parte del destino, la DOCENCIA; intentando también la máxima de Barylko: Ser un fin y respetar al otro (alumno y colegas) como un fin en sí. Ahora bien; ¿siempre esto es así? ¿Se mantiene presente? ¿O comienza siendo una máxima a seguir pero con el tiempo nosvamos alejando de ella? ¿O quizá nunca fue tomada como referencia?
En las entrevistas efectuadas, las docentes comienzan siendo este “ser un fin” de Barilko, que luego va tomando un cariz diferente con el tiempo, guardando más fidelidad a veces, alejándose o traicionándose otras.
Para entender esto, propongo un breve recorrido crítico-reflexivo de los varios factores que se entrelazan y danmatiz a la práctica docente:


1Cultura: ideal de Escuela y habitus

En primer lugar la representación de un objeto (escuela y docente) es social en la medida que es compartida; a lo cual hay que sumarle desde la perspectiva de Durkheim: que haya sido producida colectivamente y que cumpla la función de construcción de la realidad y orientación de los comportamientos.
Larepresentación social no solo contribuye a hacer la realidad en la conciencia de los sujetos, sino que orienta comportamientos individuales y colectivos, posee carácter performativo. Es decir que depende la forma como nos representamos, siendo un fenómeno histórico.
Es a partir de un determinado punto de vista que se puede construir una representación idealizada que está basada en el curriculum de losinstitutos formadores. El maestro con su sentido común organizará su experiencia y en función de ella construirá la imagen real. De modo que si su sentido común está cargado de hegemonía la escuela será una visión imperfecta. Es decir, la realidad es el referente de cualquier idealización, mientras que representaciones de la escuela real o ideal son hijas de nuestra visión general del mundo, por endehabría más de una escuela real y más de una escuela ideal.



Es aquí donde juega un papel importante el habitus entendido como “un sistema de disposiciones duraderas y transferibles que los agentes interiorizan. Son estructuras estructuradas y estructurantes, principios generadores y organizadores de práctica y representaciones. El habitus impone un modo de clasificar, experimentar ypensar lo real. El habitus producto de la historia, produce prácticas individuales y colectivas.”
“El habitus tiene un gran poder generador: no solo estructura la práctica docente, sino también conforma los esquemas de clasificación del mundo, los consumos culturales, etc. Por eso, reconocer el habitus permite distanciarse de lo cotidiano (del presente y del pasado) y con esta distancia reconoce...