sociologia

1.

Morí una vez.

Mi nombre es Koe, tengo 19 años y estoy estudiando la universidad, en estos momentos estoy buscando un club al cual afiliarme. Mientras camino por los pasillos, pienso cual sería el club perfecto para mí; ya no podré entrar al club de mi agrado ya que está lleno, tampoco al de filosofía, menos al de astronomía, ya que mi promedio de 86 no es suficiente:

Seguroque esto es lo peor, lo puto peor.-

Mi apartamento queda en un lugar bastante tranquilo, no son los suburbios, pero tampoco esta en el apestoso centro de esta ciudad. El apartamento en el que vivo es muy pequeño, tan sólo existe un cuarto, una sala, una cocina y un baño. En el cuarto tengo mi cama en la que evidentemente duermo, un pequeño ropero de madera en donde obviamente guardo miropa, un juego de vídeo en donde claramente juego videojuegos y una televisión en donde concluyentemente veo porquerías. En mi cocina hay una estufa y un refrigerador el cual en muchas ocasiones esta medio vacío. La sala no tiene nada, excepto todos los libros amontonados que he conseguido a lo largo de mi vida y un sillón pequeño y más o menos cómodo. Dónde regularmente “asesino” a los libros.La universidad queda a unos 25 minutos en autobús, y 10 en tren. Me gusta mucho más el tren, siempre va vació, en cambio el autobús va lleno sin contar que tarda siglos en llegar.
Mis notas en la universidad son normales, ni buenas ni malas, y como era de esperarse de un novato como yo, a estas alturas debería estar eligiendo un club de los tantos que hay. No es obligación formarparte de un club, no obstante necesitaré esos puntos extra que sólo un club puede ofrecer. El problema es que no conozco club que se ajuste a mí, tal vez yo deba ajustarme a uno, pero no hay ninguno que me guste y esté disponible.
La verdad sólo entre a esta universidad porque Zenya me lo pidió, y eso que entré por suerte, yo ni siquiera creí que realmente me convencería de venir a estaputrefacta ciudad de mierda, pero bueno, ella sabe cómo manipular a la gente fácilmente, yo que pensaba que mi voluntad era inmanipulable.
Estaba un poco agobiado debido a todo eso de los trámites; son una burocracia fatal. Asimismo no podía hacer nada, estaba totalmente acorralado en este macabro plan que sin duda Zenya había trazado cuidadosamente desde el momento en que cumplí los quince.Inclusive una mujer que se ve tan linda puede llegar a ser un demonio más espeluznante que el mismísimo profesor Alekxander de la escuela en la que solía ir antes de ingresar a la universidad. No obstante, dejando todo lo grotesco de lado, había algo en Zenya que me hacía sentir aliviado, es cierto que es una persona un poco mala a veces, pero lo hace porque se preocupa demasiado. Recuerdo las vecesen que me me llevaba al bosque y pasábamos la noche acampando ahí, siempre me contaba historias que además de ser románticas eran muy aburridas, que digo aburridas, ¡aburridísimas!, todas las veces me quedaba dormido, y en consecuencia, ella me reprendía no muy severamente con sus sermones que adulteraban el aire. Hoy extraño bastante esas historias.
Cuando terminó el día, regrese a miapartamento mientras me preguntaba cuando regresaría. Esa noche no pude dormir bien.

Sólo quedaba una semana para elegir un club y ya más de la mitad estaban repletos de gente, la universidad era pequeña y no abundaban estudiantes, no comprendía por qué los clubes se llenaban tan velozmente.
Mientras planeaba estratégicamente mi plan para conseguir club, comíami almuerzo en una de las instalaciones externas del plantel. Estaba en una pequeña mesa redonda con una gran sombrilla y tres sillas, mis pies descansaban sobre la mesa, leía un libro tranquilamente. Cuando llevaba más de la mitad leída, un muchacho se me acercó muy seriamente y tomo asiento en la silla que estaba a mi izquierda, instantáneamente baje mis pies de la mesa, me acomode...