Tareas

Mitad de un Corazón

PRELUDIO

Fresno, California – Estados Unidos de América.

Nunca se sabe los juegos que te hará el destino, y jure que nunca me aferraría a nada pero esto es más difícil de lo que parece. Trago y camino por el juzgado.
Durante toda la sesión el juez no se cansó de dirigirse a mis padres de forma sensata y poca atención ponía a sus palabras debido a que estabademasiado ida.
-Concluyendo la sesión, la srita. Susan Army queda a cargo de la Sra. Harrison. -dijo y en el acto golpeo la mesa.
Al terminar el juez de decir esas palabras mi mama se aferró a mi mano y me susurro 'lo superaremos, estaremos bien y yo le di una sonrisa.

...

Llegue a casa y empaque mis cosas mientras una pequeñalágrima rodó por mi mejilla. Le lance una última mirada a mi habitación y un sollozo se me escapo de los labios, todo, absolutamente todo se veía desolado.
-¿Estas lista cariño?
-Ya bajo.
Tome mi maleta e intente grabarme por última vez esas paredes color durazno y el piso desgastado color ocre e intente contener las lágrimas.
-Te extrañare linda.
-Yo a ti papá. -me lancé a abrazarlo-. ¿Prométemeque me visitaras?
-Lo haré cada que pueda. -tomó mi cabeza y estampo sus labios en mi frente.
-Hasta luego Michael, Susan te espero en el auto. -finalizó mi madre lo más fría posible
-Ya iré mamá.
Examine cada detalle de mi padre, bese su mejilla y salí por la puerta sin intentar mirar atrás y me monte al auto.
-¡Eh, Susan! -mis ojos se iluminaron, Leo.
Ahí estaba lo que más me dolía dejary la única despedida que estaba evitando.
-Yo, yo... yo lo prometo ¿vale? -llego jadeando y balbuciendo en lo que deduje que había venido corriendo-. Te llamare cada que pueda e iré para estas temporadas, y lo juro apenas que acabe este año yo iré a estudiar allá y tú y yo seguiremos como siempre.
-Así será- situé mis labios en los suyos y lo bese como si fuera la última vez, no quería dejarlo,era lo único que me atajaba a irme.
-Te extrañare demasiado.
-Sabes que yo igual- intente subirme al auto concentrando mi mirada en otra cosa que no fuera mi padre o Leo.

Capítulo 1.


San Francisco, California – Estados Unidos de América

Mi madre y yo habíamos continuado viviendo en Fresno durante una temporada de diez días o más mientras ella amoldaba algunas cosas y resolvía algunosasuntos.
Volver a San Francisco, solo eso rondaba por mi cabeza en estos momentos, en que reacción tendrían en el momento de mi llegada, el saber si todo sería como antes, ¿si habían cambiado?, y si así era ¿cuánto? En fin, distintas clases de preguntas rodaban por mi cabeza y todas enfocadas en un solo tema, mi aparición en San Francisco.
-¿Estas lista cariño?
-Estoy lista.
Me baje del auto,el vecindario no había cambiado mucho, solo algunas casas remodeladas, ya habían talado el viejo árbol que proporcionaba una enorme sombra y simplemente era perfecto al momento de jugar a las escondidas, las calles estaban reconstruidas retirando los pequeños baches en el cemento donde solía abollarse el agua, por su apariencia supongo que la molesta Sra. Gilbert se había mudado, o tal vez amuerto, ¿quién sabe?
No era muy tarde pero el viaje me había dejado un poco pesados los parpados considerando que me mantuve despierta todo el viaje. Habían recurrido alrededor de unas 2 horas desde que llegamos y mamá aún seguía desempacando, esta casa estaba a nombre de mis padres pero luego de irnos a Fresno se la habíamos dejado a la abuela, por lo tanto la casa estaba en uso y no tuvimosnecesidad de una verdadera mudanza. La abuela aún estaba en Fresno, ella había ido después del divorcio a ver como estaba mi madre y nos dijo que decidió quedarse porque necesitaba resolver algunas cosas. La casa tampoco había cambiado mucho, la antigua mecedora del abuelo, los desgastados suelos de la casa, el viejo sofá de la tele y cientos de cosas que me recordaban a mi familia, ahora solo éramos...