Teoria critica

Desde sus orígenes fundacionales en 1923 con la creación de un Instituto para la Investigación social puede verse la inspiración profundamente práxica y comprometida en la que los teóricos quisieron anclar su reflexión como . Es ese sentido de interpelación con la actualidad el que quedará grabado como respuesta en la conferencia inaugural de Horkheimer en 1931, en el que asume la dirección delInstituto: “ La situación actual de la filosofía social y la tarea de un Instituto de investigación social”.
Previamente a esta toma de dirección por Horkheimer, la idea partió de un joven intelectual judío, Félix Weil, que posteriormente ejerció como mecenas del Instituto, y que con una orientación y un empeño por rescatar el marxismo auténtico se organizó junto con otros jóvenes intelectualescomo F. Pollock, Korsch, G. Lukácks, o el mismo Horkheimer, un verano de 1922 con la idea de realizar una Semana de trabajo marxista. Desde ésta pronto se percibió la fructífera necesidad de un requerimiento mayor de organización para investigar los problemas de la sociedad dando finalmente lugar al Instituto.

Las líneas fundamentales en las que quedó marcado el espíritu de éste así como supropuesta más general pudieron verse ya en el discurso inaugural arriba citado. Desde un principio se presenta como una tarea multidisciplinar abierta con una pretensión de mediación dialéctica entre el material empírico de la realidad y el elemento teórico, universal, de la reflexión filosófica. En este sentido hay una importante labor hermenéutica y un camino de intercambio de ida y vuelta entrela positividad y la especulación. Se proyecta en la forma de un programa interdisciplinar materialista, tal como lo denominara Horkheimer, en el que se pretende unir la tradición filosófica y social alemana con el material empírico que proporciona la psicología social o el psicoanálisis, por ejemplo, del cual Erich From será destacado representante dentro del Instituto, o la sociología, laeconomía, la política y el derecho con Leo Löwenthal, Friedrich Pollock y Franz Neumann respectivamente. Desde esta primera característica podemos observar con mayor precisión un rasgo importante del Instituto y su inspiración doblemente crítica de sus orígenes: el alejamiento y desconfianza tanto del puro registro positivista de y su mero recurso a las ciencias especializadas como “jueces de lo real”,como también de la metafísica entendida como especulación vacía a partir de puros conceptos sin estar mediatizada por la intuición de la experiencia. Como veremos en el análisis de Teoría Tradicional y Teoría Crítica, la sociología alemana, el positivismo, en particular el empirismo lógico del Círculo de Viena, pero también algunos apuntes hacia la fenomenología y la metafísica tradicional seránvarios de los frentes de ataque contra los que se levante la Teoría Crítica y su impulso de transformación práxica de la realidad.

Dentro del Instituto no tenemos una Escuela propiamente dicha, no hay una unidad doctrinal, más bien una diferenciación continua a medida que pasa el tiempo. Se presentan desavenencias filosóficas que amenazan los compromisos de una unidad, que por otra parte, nuncafue establecida, y he ahí el signo enriquecedor de un mosaico de identidades que coexisten en diferentes perspectivas, a veces discrepantes y de una tendencia y heterogeneidad variable que van desde lo social y lo estético, (como los estudios de la filosofía de la Nueva Música de Adorno) hasta el psicoanálisis, la antropología, la crítica nietzscheana, sin despegarse nunca como hemos dicho, de unfondo marxista crítico y de un perfil hegeliano destacado, como pudiera verse en la mención en ese discurso inaugural de Horkheimer en la idea de búsqueda de la totalidad de la experiencia filosófica. Totalidad que, problematizada, no será en la forma de síntesis reconciliada, sino más bien en la pura fuerza de negatividad inconciliable, como en Adorno. Todas estas líneas de confluencia se...