The hades
Había varias secciones en el Hades, incluyendo el Elíseo, los Campos de Asfódelos y el Tártaro. Los mitógrafos griegos no son totalmente consistentes sobre la geografía del más allá. Un mito completamente opuesto sobre la otra vida concierne al Jardín de las Hespérides, confrecuencia identificado con las Islas de la Bendición, donde podían morar los héroes bendecidos.
En la mitología romana, la entrada al Inframundo localizada en el Averno, un cráter cercano a Cumas, fue la ruta usada por Eneas para descender al reino de los muertos.[4] Por sinécdoque, «Averno» puede usarse como referencia a todo el inframundo. Los Inferi Dii eran los dioses romanos del inframundo.
Paralos helenos, los fallecidos entraban al inframundo cruzando el río Aqueronte, porteados por Caronte, quien cobraba por el pasaje un óbolo, pequeña moneda que ponían en la boca del difunto sus piadosos familiares. Los pobres y quienes no tenían amigos ni familia se reunían durante cien años en la orilla cercana.[4] Los griegos ofrecían libaciones propiciatorias para evitar que los difuntos volviesenal mundo superior a «perseguir» a quienes no les habían dado un funeral adecuado. El otro lado del río era guardado por Cerbero, el perro de tres cabezas derrotado por Heracles (Hércules para los romanos). Más allá de Cerbero, las sombras de los difuntos entraban en la tierra de los muertos para ser juzgadas.
Los cinco ríos del reino de Hades y su significado simbólico eran el Aqueronte (el ríode la pena o la congoja), el Cocito (lamentaciones), el Flegetonte (fuego), Lete (olvido) y Estigia (odio), el río sobre el que incluso los dioses juraban y en el que Aquiles fue sumergido para hacerlo invencible. El Estigia formaba la frontera entre los mundos superior e inferior. (Véase también Erídano.)
La primera región del Hades comprendía los Campos de Asfódelos, descritos en la Odisea,[3]donde las almas de los héroes vagaban abatidas entre espíritus menores, que gorjeaban a su alrededor como murciélagos. Solo libaciones de sangre ofrecidas a ellos en el mundo de los vivos podían despertarlos durante un tiempo a las sensaciones de humanidad.
Más allá quedaba el Érebo, que podía tomarse como un eufemismo para el Hades, cuyo nombre era temido. Había en él dos lagos: el de Lete, adonde las almas comunes acudían para borrar todos sus recuerdos, y el de Mnemósine (‘memoria’), de donde los iniciados en los Misterios preferían beber. En el antepatio del palacio de Hades y Perséfone se sentaban los tres jueces del Inframundo: Minos, Radamantis y Éaco. Allí, en el trivio consagrado a Hécate, donde los tres caminos se encontraban, las almas eran juzgadas, volviendo a los Campos deAsfódelos si no eran virtuosas ni malvadas, enviadas al camino del tenebroso Tártaro si eran impías o malas, o al Elíseo (Islas de los Bienaventurados) con los héroes «intachables».
En los Oráculos sibilinos, un curioso batiburrillo de elementos grecorromanos y judeocristianos, vuelve a aparecer el Hades como morada de los muertos, y por etimología popular, incluso procede del nombre de Adán (elprimer hombre), afirmándose como motivo que fue el primero en entrar en él.[5]
[editar] Dios del inframundo
En la mitología griega, Hades (el ‘invisible’), el dios del inframundo, era un hijo de los Titanes Crono y Rea. Tenía tres hermanas, Deméter, Hestia y Hera, así como dos hermanos, Zeus (el menor de todos) y Poseidón. Juntos constituían los seis dioses olímpicos originales.
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