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El establecimiento de zonas precisas en la exposición del derecho lleva consigo el problema de identificar de manera adecuada y, en lo posible, con rigor científico, aquellas partes de conocimientojurídico que merecen un tratamiento unitario. Este ´problema de denominación se asocia entonces a la sistemática jurídica en términos tales que en cada una de las regiones jurídicas, delimitadas conbase en criterios científicos, pueda ser identificada por su nombre adecuado.
El problema terminológico ha provocado, ciertamente, algunos de los conflictos mas graves de la ciencia jurídica. Con todarazón Kelsen repudia la clásica distinción entre derecho publico y derecho privado, que estando fundada en la naturaleza de la norma, no encuentra apoyo en la existencia de diferencias entre las dederecho privado y las de derecho público, como tampoco puede hallarlas en los sujetos cuyas conductas actualizan la hipótesis normativas y que, en rigor, desde el punto de vista jurídico, tienen todosel denominador común de personas.
Es cierto que la distinción, a pesar de todo, ha tenido un cierto valor en función de que detrás de la estructura formal de la norma y como apoyo a la personalidadpueden encontrarse factores morales, de política, biológicos, de sentido humano, etc… pero ciertamente son factores metajurídicos, que no deben ponderarse sino, precisamente, en base a consideracionesmetajurídicas.
No obstante lo anterior, que resulta fundamental poner de relieve en una obra científica y ya concretamente con referencia a nuestra disciplina debe señalarse que la tradicióndoctrinal que indudablemente tiene apoyo legislativo, ha reiteradamente admitido una diferencia entre el derecho individual y el derecho colectivo del trabajo.
EL PROBLEMA DE LA DENOMINACIÓN
Nuestradisciplina tiene, como una de sus características más acusadas, la de su acentuada tendencia expansiva, es decir, la tendencia a abarcar un mayor número de acontecimientos y de relaciones, arrancándolas...