Trabajos
Dicen que hace muchísimos años, todavía en la época de los antepasados, aparecieron unos extranjeros en la costa deTierra del Fuego. ¡Vaya uno a saber de dóndevenían! Viajaban en un barco muy grande; nunca nadie había visto algo como eso.
Pronto demostraron que eran gente mala, porque hicieron prisioneros a los Ksamink, una familia de onas. Los Ksamink eran unmatrimonio mayor, sus dos hijos varones y una hija con su marido, llamado Kimanta. Los forasteros los metieron a todos en su barco y se fueron por el mar.
Pasaron el día, y esa noche los extranjerosllegaron a una islita y ahí ataron el barco para dormir tranquilos. Pero apenas ellos se quedaron dormidos, los Ksamink miraron dónde estaban. Ayudados por la luz de la Luna, se bajaron muy despaciodel barco, lo desataron y lo empujaron para que se alejara de la orilla. En seguida, el viento se lo llevó lejos, hasta perderlo de vista.
-¿Y ahora, qué hacemos? dijeron. En la isla no habíanada: era toda de rocas peladas.
-Nademos hasta nuestra tierra dijo el padre-. No hay más remedio. -Y se tiró al mar, muy decidido. La mujer y los hijos lo siguieron. Pero cuando se dieron vuelta, vieronque Kimanta estaba parado en el borde de las rocas.
-¿Y? -le preguntaron-. ¿Qué hacés? Tiráte y empecemos a nadar antes de que los extranjeros vuelvan a buscar-nos.
-No, yo no me tiro dijo Kimanta.-Pero, ¿por qué?
-Porque no sé nadar
-les contesto. Vayan ustedes.
-¡No te dejar ahí! su mujer agua.
podemos
-le gritó desde el
-¡Animáte! -le dijeron los cuñados.
Pero él, que no y que no.Fntonces los cuñados se subieron para convencerlo.
-Nosotros te vamos a ayudar a nadar -le decían.
-Me voy a ahogar 4es contestaba.
-¡Pero site vamos a sostener entre todos! -le explicaban loscuñados-. Vamos, zambullámonos ya. Mirá que, sin vos, no nos vamos.
-Mmm... Bueno... ~ijo el hombre, más muerto que vivo.
Entonces, lo sujetaron uno de cada brazo y los tres corrieron hacia el...
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