Tratado de libre comercio (tlc)
Páginas: 24 (5768 palabras)
Publicado: 14 de mayo de 2011
TLC con EE.UU., ¿cómo prepararnos para este nuevo paso?
Juan David Enciso Congote - 2 Comentarios
Publicado: 09.05.2011
Bogotá. Cuando uno lee La Ciudad Antigua escrita por Fustel De Coulanges se da cuenta de que el camino de la globalización es tan antiguo como el hombre mismo.
De Coulanges muestra que uno de los criterios de demarcación de linderos en la Antigüedad dependía decreencias religiosas asociadas al culto a los dioses Lares (domésticos).
Hoy en cambio se habla de ecumenismo, de uniones económicas y comunidades de naciones. La humanidad vive un proceso permanente de evolución social que consiste en la gradual remoción de barreras culturales, tendiente a la unificación de un lenguaje que nos permita dialogar a partir de nuestras diferencias. Es el paso de Babel aPentecostés.
Incluso en los casos en que la integración se ha dado por la vía del imperialismo, hemos visto los beneficios de la supresión de fronteras: la expansión egipcia facilitó la transmisión de conocimientos agrícolas y administrativos; las civilizaciones griega y romana permitieron la unificación del idioma, la institucionalización del derecho y la universalización de estructuraspolíticas.
En nuestros días, la masificación de los medios de comunicación, movidos por premisas capitalistas, han contribuido a la visibilización de los totalitarismos y caída de sistemas totalitarios.
También, los tratados de libre comercio representan encuentro entre culturas y, en ese sentido, es de esperarse que se firmen, más tarde o más temprano. Se discute qué tan rápido debería darse elcambio. La presión externa suele ser un gran motor de desarrollo, si bien la apertura significó la quiebra de muchas empresas.
En realidad, centrar la discusión en qué tan rápido debería abrirse los mercados es desviar la atención respecto de un eje neurálgico del proceso: quién debe liderar la transición.
Contrario a lo que suele creerse, la estrategia no es económica sino organizacional.La oposición y los temores que se presentan cuando se discuten los tratados se deben fundamentalmente a diferencias en competencias directivas, de aprendizaje, adaptación e innovación, aunque las consecuencias se manifiesten en términos de precios, tasas de interés o endeudamiento.
Es evidente que el Gobierno tiene un alcance muy limitado para orientar a la sociedad hacia las nuevas dinámicasdel mercado, precisamente porque el Gobierno no es empresario, más aún, no es ni siguiera uno pequeño.
Quienes están mejor preparados para conducir a la sociedad hacia los nuevos derroteros de la competitividad son los empresarios mismos, tal como se ha visto en los diferentes programas de mentoría y apadrinamiento desarrollados en el país.
Sin embargo, tampoco los directivos pueden obtenergrandes logros si actúan individualmente.
La estructura requerida para canalizar estos esfuerzos sería la de los gremios, y el recurso económico necesario para financiarlo sería, por consiguiente, un aporte parafiscal. Lo interesante es que esa figura ya existe: es el Sena. Sabemos que el funcionamiento del Sena ha sido cuestionado porque no responde exactamente a la operación tradicional de losaportes parafiscales, tal como sucede en el caso de los fondos gremiales, las cámaras de comercio o las superintendencias. Eso nos deja ver que el espacio está creado para explorar nuevos paradigmas de apalancamiento del desarrollo empresarial.
No se trata de desconocer el beneficio que hoy presta el Sena a la formación de profesionales en áreas técnicas y tecnológicas. Se trata, más bien, deidentificar nuevas figuras que permitan capitalizar una forma de conocimiento tácito y colectivo, como es el empresarial, en beneficio de necesidades de orden público, representadas en el concepto de competitividad. La empresarialidad tiene su propio lenguaje; por tanto, debe ser capaz de generar su propia cultura. Hace falta diseñar modelos pedagógicos y tributarios adecuados para que podamos...
Juan David Enciso Congote - 2 Comentarios
Publicado: 09.05.2011
Bogotá. Cuando uno lee La Ciudad Antigua escrita por Fustel De Coulanges se da cuenta de que el camino de la globalización es tan antiguo como el hombre mismo.
De Coulanges muestra que uno de los criterios de demarcación de linderos en la Antigüedad dependía decreencias religiosas asociadas al culto a los dioses Lares (domésticos).
Hoy en cambio se habla de ecumenismo, de uniones económicas y comunidades de naciones. La humanidad vive un proceso permanente de evolución social que consiste en la gradual remoción de barreras culturales, tendiente a la unificación de un lenguaje que nos permita dialogar a partir de nuestras diferencias. Es el paso de Babel aPentecostés.
Incluso en los casos en que la integración se ha dado por la vía del imperialismo, hemos visto los beneficios de la supresión de fronteras: la expansión egipcia facilitó la transmisión de conocimientos agrícolas y administrativos; las civilizaciones griega y romana permitieron la unificación del idioma, la institucionalización del derecho y la universalización de estructuraspolíticas.
En nuestros días, la masificación de los medios de comunicación, movidos por premisas capitalistas, han contribuido a la visibilización de los totalitarismos y caída de sistemas totalitarios.
También, los tratados de libre comercio representan encuentro entre culturas y, en ese sentido, es de esperarse que se firmen, más tarde o más temprano. Se discute qué tan rápido debería darse elcambio. La presión externa suele ser un gran motor de desarrollo, si bien la apertura significó la quiebra de muchas empresas.
En realidad, centrar la discusión en qué tan rápido debería abrirse los mercados es desviar la atención respecto de un eje neurálgico del proceso: quién debe liderar la transición.
Contrario a lo que suele creerse, la estrategia no es económica sino organizacional.La oposición y los temores que se presentan cuando se discuten los tratados se deben fundamentalmente a diferencias en competencias directivas, de aprendizaje, adaptación e innovación, aunque las consecuencias se manifiesten en términos de precios, tasas de interés o endeudamiento.
Es evidente que el Gobierno tiene un alcance muy limitado para orientar a la sociedad hacia las nuevas dinámicasdel mercado, precisamente porque el Gobierno no es empresario, más aún, no es ni siguiera uno pequeño.
Quienes están mejor preparados para conducir a la sociedad hacia los nuevos derroteros de la competitividad son los empresarios mismos, tal como se ha visto en los diferentes programas de mentoría y apadrinamiento desarrollados en el país.
Sin embargo, tampoco los directivos pueden obtenergrandes logros si actúan individualmente.
La estructura requerida para canalizar estos esfuerzos sería la de los gremios, y el recurso económico necesario para financiarlo sería, por consiguiente, un aporte parafiscal. Lo interesante es que esa figura ya existe: es el Sena. Sabemos que el funcionamiento del Sena ha sido cuestionado porque no responde exactamente a la operación tradicional de losaportes parafiscales, tal como sucede en el caso de los fondos gremiales, las cámaras de comercio o las superintendencias. Eso nos deja ver que el espacio está creado para explorar nuevos paradigmas de apalancamiento del desarrollo empresarial.
No se trata de desconocer el beneficio que hoy presta el Sena a la formación de profesionales en áreas técnicas y tecnológicas. Se trata, más bien, deidentificar nuevas figuras que permitan capitalizar una forma de conocimiento tácito y colectivo, como es el empresarial, en beneficio de necesidades de orden público, representadas en el concepto de competitividad. La empresarialidad tiene su propio lenguaje; por tanto, debe ser capaz de generar su propia cultura. Hace falta diseñar modelos pedagógicos y tributarios adecuados para que podamos...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.