Tratados de los delitos y enas

CAPITULO I
ORIGEN DE LAS PENAS

CONCLUSION.-Este capítulo nos habla de un sentido figurado de cómo la sociedad de esta época, entendiendo así pues que el gobierno tenía una forma de gobernar demasiado inestable tomando en cuenta que pues a pesar de que pudieren tener un depositario bastante accesible y entendido había hombre que fueran capaz de arrebatar dicho gobierno de forma despótica y conpoco interés público y preponderantemente particular implementaba la fuerza bruta, sometimiento y despotismo para con la soberanía y por lo tanto en tal sociedad había una parálisis lejísimos de ser democrática pero muy marcada por la anarquía y es por eso que el autor nos muestra su inconformidad ante semejante comportamiento social ya que estaban muy apegados a realizar o mantener conductasinmediatas sin ir mas allá de lo que en si puede ofrecer una norma o ley y únicamente aplicarla ya que pues el pueblo era totalmente incapaz de luchar por mantener un bien universal.
CAPITUTLO II
DERECHO DE CASTIGAR
CONCLUSION.-En este capítulo nos externa el consentimiento al pensamiento que tenía el pensador ilustre montesquieu en cuanto a que cada individuo se vio “necesitado” u“obligado” a depositar en su soberano parte de su libertad para que este tuviere la capacidad de imponer las penas debidas ante tales delitos que pudiera cometer cualquier individuo y que por lo tanto únicamente le confiere al soberano ocuparse del Derecho a castigar las conductas que se desapegaran a las reglas impuestas por el mismo o séase lo que hoy conocemos como el bien común, seguridad, justiciaetc..Aunque el autor estaba en total desacuerdo en que el derecho a castigar también le confiere a lo divino como se le denomino en” x “época justicia divina así como las indulgencias, que por supuesto es una absoluta aberración del pensamiento cristiano y renacentista.
CAPITULO III
CONSECUENCIAS
CONCLUSION.- en este capítulo nos entabla el autor de que ya se pensaba una estructura másuniforme en cuanto a quien le confiere el crear la norma, quien le confiere aplicarla y quien determinaba la pena que se tenía que ejecuta, o sea nos habla de un legislador, de un soberano y de un magistrado. Aportando que cada delito cometido va a traer una consecuencia que será dictaminada por tal autoridad los delitos todo esto con el fin de mantener el orden público y evitar una mayor crueldad.CAPITULO IV
INTERPRETACION DE LAS LEYES
En este capítulo el autor nos deja ver un dilema notable que recae sobre las autoridades existentes de entonces y sobre quien debía de interpretar las leyes dictaminadas que pues les concernía al parecer únicamente los legisladores, ya que los jueces se encargaba de examinar si había o no una conducta antijurídica por parte del presunto responsable deldelito pero que a su vez el juez debía de hacer justicia mediante silogismos relativamente sea bueno o malo tal razonamiento.asi que por lo tanto los jueces tienen que dejar de lado sus pasiones e ideales y tener una justa interpretación empleando una justa y razonable lógica ante tal supuesto.
También nos habla a que cada juez debiera de ser muy contante y apegarse muy bien el cuanto alexaminar lo que dice la ley para de ella tener una correcta interpretación ya que pues como es visto desde esos tiempos que aun siendo el mismo delito cometido, en los tribunales los jueces aplican diversas penas esto debido a su desapego e inestabilidad que se daba al momento de interpretar las leyes que pues en diversas ocasiones se cegaban ante tal interpretación dejando de lado un raciocinio queda lugar a arbitrariedades jurídicas y a disputas que corrompan la estabilidad social.
En el suplemento del capítulo IV pues nos deja ver meramente el hecho de cómo en las primeras sociedades estaba totalmente viciado el poder legislativo en si pues la creación y la interpretación no coincidían en el momento de aplicarla y mucho menos era aceptable el apelar alguna de estas normas ya que...