Tu eres mi amado, camino de espiritualidad
La uida e s p i r i t u a l en un mundo s e c u l a r
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Henri J. M. Nouuuen
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"TU ERES MI AMADO
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AGRADECIMIENTOS
1.a edición: noviembre 1994 2.a edición: julio 1995 3.a edición: enero 1996
Titulo original: Ufe ot the beloved. Spiritual living in a secular world, 1992Traducción: Emilio Ortega Diseño de cubierta: Estudio SM. Pablo Núñez © The Crossroad Publishing Company © PPC, Editorial y Distribuidora, S.A. C/ Enrique Jardiel Poncela, 4 28016 - Madrid ISBN: 84-288-1180-6 Depósito legal: M-1.119-1996 Fotocomposición: Grafilia, S.L. Impreso en España / Printed in Spain Imprenta SM - Joaquín Turina, 39 - 28044 - Madrid
Este libro fue escrito, y preparado para supublicación, con la ayuda de muchos amigos. En primer lugar, quiero agradecer a Connie Ellis su ayuda como secretaria. Y por todo lo que me animó a seguir escribiendo, a pesar de mis múltiples ocupaciones. Le dedico Tú eres mi amado en señal de profunda gratitud por su fiel amistad y apoyo incondicional. También estoy muy agradecido a Conrad Wieczorek por las muchas formas en que nos ofreció sucolaboración editorial a Connie y a mí en la preparación final del manuscrito. Quiero expresar también mi especial agradecimiento a Patricia Bell, a Diana Chambers, a Gordon Cosby, a Bart Gavigan, a Steve Jenkinson, a Sue Mosteller, a Dolly Reysman, a Susan Zimerman, y a mi editor en Crossroad. Bob Heller, por sus palabras de ánimo, y sus sugerencias para llevar a feliz término esta obra. Finalmente,quiero expresar mi agradecimiento a Peggy McDonnell, y a su familia y amigos, por su amistad y por su generoso apoyo financiero. Y a la comunidad franciscana de Friburgo, Alemania, que me brindó un sitio seguro, e impregnado de oración, para escribir.
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PRÓLOGO
El inicio de una amistad Este libro es fruto de una larga amistad, y creo que lo leeréis con mayor aprovechamiento, si empiezocontándoos la historia de esta amistad. Hace algo más de diez años, cuando era profesor en la Facultad de Teología de Yale, llegó a mi despacho un hombre para hacerme una entrevista, para la sección de Connecticut, de la edición dominical del New York Times. Se me presentó diciendo que se llamaba Fred Bratman. Cuando nos sentamos y empezamos a hablar, inmediatamente noté que se apoderaba de mí unamezcla de irritación y de fascinación. Irritación, porque estaba claro que aquel periodista no tenía apenas interés en el trabajo que estaba haciendo. Alguien le había sugerido que yo podría serle de interés para escribir en el periódico sobre una personalidad. Había seguido la sugerencia, pero estaba muy claro que no tenía ilusión alguna en conocerme o un interés especial en escribir sobre mí. Setrataba simplemente de un trabajo de periodista. Hacerlo o no parecían ser para él prácticamente lo mismo. Pero en aquel hombre se daba, al mismo tiempo, un algo que me fascinaba. Me di cuenta de que detrás de aquella máscara de indiferencia, había un espíritu lleno de vida, ilusionado por aprender y crear. Vi claramente que tenía frente 7
a mí a un hombre extraordinariamente dotado, y quebuscaba ansiosamente dónde emplear esas dotes. Al cabo de media hora de preguntas, de escaso interés para los dos, parecía claro que la entrevista había llegado a su término. Había materia suficiente para escribir un artículo, que, en el mejor de los casos, iba a tener unas resonancias mínimas. Los dos éramos conscientes de eso, y los dos estábamos convencidos de que podríamos haber aprovechado eltiempo haciendo otra cosa de mayor utilidad. Cuando Fred se disponía a meter su cuaderno de notas en el maletín, diciendo el gracias de rigor, le miré a la cara y le pregunté: «Dígame, ¿le gusta su trabajo?» Para sorpresa mía, me respondió sin pensárselo demasiado: «No, realmente no, pero es un trabajo». De una manera un poco ingenua le comenté: «Pues si no le gusta, ¿por qué lo hace?» «Está claro...
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