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TURISMO ACTIVO: YACIMIENTO EMERGENTE DE TRABAJO PARA LAS PROFESIONES DEL DEPORTE.

Ruth Cabeza Ruiz y José Sanchís Ramírez

Introducción. El creciente peso específico del turismo en la economía mundial, como gran consumidor de recursos naturales y culturales, es un hecho incontestable. El turismo se asienta desde finales del pasado siglo como un fenómeno casi universal, siendo un elemento dedesarrollo socioeconómico de primer orden para muchas regiones del planeta. También representa una de las conquistas sociales más importantes de nuestro siglo y una actividad de interrelación cultural entre los diversos pueblos capaces de promover el acercamiento entre las personas y de crear una conciencia respetuosa sobre la diversidad de modos de vida. Que el turismo significa un gran motoreconómico es una verdad que, hoy, no sorprende a gobernantes y sociedad en general, mucho más en un país como el nuestro que en un año “malo” para la actividad turística, como fue el 2003 tras los atentados del 11 de septiembre del 2002, registró 76.131.767 viajeros que produjeron 338.886.013 pernoctaciones (INE, 2003). Con cifras tan elocuentes y significativas es fácil comprender que la actividadturística representa para España, y sobre todo para determinadas Comunidades Autónomas, un elemento importantísimo para la economía. En el año 2002 la aportación de los ingresos conseguidos en España por dicha actividad supuso el 11,8 %

del PIB. Porcentaje que se observa en valores por encima del 60%, cuando se trata de la Comunidad Canaria o la Comunidad Balear. Pero el perfil general delturista ha variado desde mediados de la década de los 90. Ha pasado de ser una persona que fundamentalmente se desplazaba para disfrutar del clima, la gastronomía y la cultura (sol, playa, montaña, monumentos, etc.) a percibirse en dos grandes grupos; uno que sigue cumpliendo con el perfil descrito antes y otro que busca, además de todo lo anterior, unas prácticas físicas que le ocupen durante granparte del día. Dentro de estos últimos distinguimos dos grupos a su vez: uno que aglutina a todas las personas que buscan un destino por variadas razones y rellenan su tiempo con estas actividades físicas y otro que se desplaza fundamentalmente para poder realizar esas prácticas y cuyo ejemplo mayor podemos encontrar en el golf, el buceo o algunas actividades náuticas.

Planteamiento del problema.Aparecida la demanda en muchos casos, fomentada en otros, comienzan en nuestro territorio a constituirse pequeñas empresas para este tipo de turismo, llamado turismo activo por contraposición inicialmente a los turistas de sol y playa, y esto ha creado la necesidad de una regulación que ponga un marco de garantía para los usuarios turistas y un control del riesgo que muchas de estas actividadessupone para los que las practican. Uno de los problemas con los que se encontraba el cliente-turista era la falta de ese marco regulador que describiera y estableciera la capacidad de respuesta de las empresas, medidas de garantía de los materiales empleados, seguros de accidentes, etc.

Hasta el momento de escribir esta comunicación sólo 5 gobiernos autonómicos han regulado de manera específicalo concerniente al turismo activo: Aragón, Cataluña, Galicia, Asturias y Andalucía. Otras le han dedicado algún artículo bien dentro de la legislación general de turismo o bien al desarrollar normas sobre turismo rural como pueden ser los casos de Cantabria y Castilla-León1 De un análisis de los contenidos de los distintos documentos legislativos de las cinco comunidades se desprende que en todasellas aparece un bloque de contenido común y otro de aspectos bastante diferenciados. De ese contenido común forma parte la necesidad de titulación que deben ostentar las personas que van a tener la responsabilidad directa con los turistas-clientes, siendo éste el núcleo de estudio de esta comunicación. Un personal con cualificación creemos, cuando menos, es uno de los requisitos importantes...