Ultimo oficio de nietzsche
Durante el emblemáticomayo de 1968 de Vincennes se halla Tomás Abraham, joven estudiante argentino de Filosofía y Sociología, asistiendo a las clases de Lacan, Althusser, Balibar, Rancière, Bourdieu y principalmente al cursode Historia de la Sexualidad e Historia de la Penalidad de Foucault. A este autor le dedicaría veinte años despues dos libros de ensayos: Foucault y la ética (1989) y Los senderos de Foucault (1991).De aquellas y otras inquietudes intelectuales que hallaron su cimiento en Francia Abraham daría cuenta posteriormente en sus numerosas publicaciones, en la preparación de ediciones y en la fundación ydirección del Colegio Argentino de Filosofía. Fue y es ésta una institución de enseñanza privada que acompañó la restauración democrática en la cual brindó generosamente un espacio a intelectualesargentinos que retornaban del exilio (interior o exterior) para que transmitieran las enseñanzas de aquellos y otros pensadores (Benjamin y Habermas, por ejemplo) cuando aún no integraban los programasuniversitarios de enseñanza oficial. Detrás de las banalidades personalistas escritas como introducción a sus entrevistas, acerca de su supuesta condición de intelectual díscolo y acentuada ésta porsu aporte atípico desde las páginas de La caja, revista del ensayo negro, que Abraham dirige, hallamos a un maduro pensador sin pelos en la lengua a quien comodamente le cabe el sayo de filósofo.Abraham es profesor de Filosofía de la U.B.A. y el año pasado su obra trascendió el ámbito propiamente académico al publicar dos libros imperdibles: Historias de la Argentina deseada y Batallas éticas.Dá la impresión que por una decisión de realista política editorial nos encontramos ante dos libros con sus respectivos índices en un solo tomo. En El último oficio de Nietzsche Tomás Abraham...
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