Vida y obra de josé de anchieta

COMPRENDER Y DOMINAR
Algunas sugerencias acerca de José de Anchieta, los primeros jesuitas brasileños y los balbuceos de la antropología americanista

Héctor Sainz Ollero

Tengo la impresión que la figura de José de Anchieta y la obra pionera de los jesuitas en el Brasil del siglo XVI no han recibido en nuestro país la atención que se merecen. El desconocimiento generalizado que existesobre la colonización portuguesa en América ha afectado, sin duda, a ese proceso que tuvo innegables consecuencias sobre la propia práctica misionera que los jesuitas iban a emprender en la América española. El ensayo brasileño puede ser analizado así como una primera tentativa sobre cuyas enseñanzas se depuraría y se construiría un método misionero de gran trascendencia.
En ese sentido, creo quepuede resultar de interés el indagar acerca de algunas de las líneas maestras de esa experiencia, comparándolas con lo que poco después iba a realizarse en otras muchas regiones del continente americano. De lo que se trata es, pues, de realizar una aproximación a una pequeña historia de las ideas. Ideas que estaban en la base de la visión que los jesuitas recién llegados a un territorio nuevotenían sobre los grupos humanos que allí encontraron, ideas, en fin, sobre los medios de relacionarse con esos grupos y sobre la función que a ellos, como representantes de un orden social y de una religión, les competía cumplir.
Antes de entrar de lleno en la cuestión, me parece pertinente efectuar algunas aclaraciones de tipo más bien personal. No me gustaría con esto caer en el vicio habitualentre los antropólogos, y hay que recordar que, en ocasiones, el vicio puede ser entendido como un exceso de virtud, de contextualizar hasta el aburrimiento y de presentar cualquier trabajo intelectual como una indagación sobre los procesos mentales del autor. La moda postmodernista ha llevado en la antropología a una explosión de monografías en las que el "Yo" es colocado en primera línea y en lasque se trata preferentemente de mostrar las relaciones entre, valga un ejemplo, ese "Yo y las relaciones de parentesco" o ese "Yo y la historia de la disciplina". Considerando que mi vida tiene en este tema bastante poco interés, sí me gustaría realizar dos puntualizaciones. En primer lugar, mi aproximación a la materia viene condicionada por mi escaso conocimiento del tema específico de losprimeros jesuitas en Brasil. No he realizado ninguna investigación original sobre la cuestión y lo que he leído sobre ésta me ha llevado a establecer algunas comparaciones con otros procesos más o menos emparentados con el que nos ocupa y sobre los que tengo algún conocimiento más preciso. En segundo lugar, no creo poder demostrar en este trabajo ninguna tesis, por poca ambiciosa que ésta fuera. Tan sólohe pretendido sugerir algunas relaciones y plantear similitudes y diferencias con otras experiencias llevadas adelante por misioneros jesuitas en América. Teniendo en cuenta esas dos limitaciones de peso, espero que lo que a partir de ahora se plantee, tenga alguna relevancia y sirva para entender un poco mejor la figura de Anchieta y la obra llevada a cabo por los misioneros jesuitas en elBrasil del siglo XVI.
Desde la antropología se ha venido ofreciendo de Anchieta y sus compañeros jesuitas una imagen que los identifica como un grupo de simples "etnógrafos", es decir, de proveedores de materiales, más o menos sospechosos dada la condición religiosa de sus autores, que servirían a los antropólogos para elaborar sus teorías. Esa ha sido, por ejemplo la utilización que Marvin Harrisefectúa de Anchieta en su conocida obra "Bueno para comer". Se han recogido sus noticias más llamativas sobre el canibalismo o sobre las relaciones de parentesco y se han utilizado como informaciones "en bruto" que han servido para ilustrar diferentes teorías antropológicas. Me parece muy insuficiente esa distinción tan cerrilmente positivista, entre los informadores o recolectores de materiales...