vocacion

La entrevista la he realizado a una Monja Cisterciense de 60 años.

Resumo la conversación que tuve con ella después de explicarle el trabajo quepretendía realizar.

Desde pequeña sentí que quería ser religiosa. Admiraba a las Hijas de la Caridad del colegio. Soñaba en ser una de ellas. Serreligiosa era mi gran secreto. Un secreto que sabía que no iba a ser aceptado por mi familia.
Acabada la universidad creí que era el momento oportuno dedecidir. Me ayudaron a discernir un jesuita y una monja cisterciense que conocí en un retiro. Seguía pesando el ser Hija de la Caridad pero profundizando enla Regla Benedictina y en escritos monásticos me pareció descubrir que a través de la oración vivida al compás del trabajo manual podía llegar a todoslos hermanos.
Me gustó la idea de estabilidad en el Monasterio. Ser una referencia para las personas. Me gustó la idea de un silencio que me preparabapara el servicio a los niños del pueblo a través de la catequesis, el encuentro con personas que acudían a cursos de oración en nuestra hospedería.
Meha ayudado a lo largo de los años pensar que podíamos dar trabajo a otras religiosas, incluso a mujeres del pueblo.
Soy feliz. Ha habido momentos dedesánimo pero el balance siempre es positivo. El problema de las vocaciones se resolverá si Dios sigue necesitando de nuestro servicio. Dios siguellamando.
Cualquier vocación tiene que tener una fuerte idea de servicio. Una vocación que busque únicamente la propia realización nunca llenará a la persona