Y para que poetas?
Pues antes alcanzan el abismo los mortales. Así cambian las cosas
con ellos. Largo es el tiempo, pero acontece
lo verdadero.
---
¿y para qué poetasen tiempos de penuria?
Hölderlin contesta humildemente a través de la boca del amigo poeta, Heinse, a quien interpelaba la pregunta:
Pero ellos son, me dices, como los sagradossacerdotes del dios del vino,
que de tierra en tierra peregrinaban en la noche sagrada.
---
Una cosa es segura; ya sea al mediodía o llegue
la medianoche, siempre queda una medida,
común atodos, pero también hay algo propio reservado a cada uno,
allí va y llega cada uno, a donde puede.
---
Rápido cambia el mundo,
como formas de nubes.
A casa, a lo primigenio,
retornatodo lo consumado.
Por encima del cambio y la marcha,
más grande y libre,
dura todavía tu canto previo,
dios de la lira.
No se reconocen los sufrimientos,
no se aprende elamor,
y eso que en la muerte nos aleja,
no se desvela.
Sólo el canto sobre la tierra
consagra y celebra.
---
Como la naturaleza abandona a los seres
al riesgo de su oscurodeseo sin
proteger a ninguno en particular en el surco y el ramaje,
así, en lo más profundo de nuestro ser, tampoco nosotros
somos más queridos; nos arriesga. Sólo que nosotros,
más aún que laplanta o el animal,
marchamos con ese riesgo, lo queremos, a veces
(y no por interés) hasta nos arriesgamos más
que la propia vida, al menos un soplo
más... Eso nos crea, fuera de todaprotección,
una seguridad allí, donde actúa la gravedad de las
fuerzas puras; lo que finalmente nos resguarda
es nuestra desprotección y el que así la volviéramos
hacia lo abierto cuando lavimos amenazar,
para en algún lugar del más amplio círculo,
allí donde nos toca la ley, afirmarla.
---
Centro, cómo te retiras
de todo y vuelves a ganarte a ti mismo
a partir de lo...
Regístrate para leer el documento completo.