constructores de otredad. antropologia
Capítulo 1.
La construcción del otro por la diferencia
L
a teoría evolucionista, constitutiva de las Ciencias Antropológicas a fines del siglo XIX, nos suministra en el
seno de esta disciplina el modelo paradigmático de la construcción de la otredad por la diferencia. Recorreremos esta
teoría a partir de las explicaciones que los antropólogos evolucionistasformularon en torno a tres interrogantes:
-¿Por qué las sociedades humanas difieren entre sí?
-¿Qué es el hombre?
-¿Cuál es su origen?
La primera pregunta es fundante de las preocupaciones
científicas de la Antropología Evolucionista. La diferencia
entre las sociedades se afirma como un fenómeno “evidente” y se interroga sobre las causas de este fenómeno. Las
otras dos preguntas, a propósitodel ser del hombre y su
origen, constituyen pasos o mediaciones hacia la resolución
del primer interrogante. Con fines expositivos invertiremos
el orden de las preguntas comenzando por las formulaciones relativas a las cuestiones del origen y la naturaleza del
hombre. Ambas cuestiones resultaban inseparables en el
contexto histórico científico de aquella época; esto es, la
pregunta por el“qué es” de un fenómeno requería remontarse a su génesis.
Nuestro desarrollo se basará en la obra de E. Tylor
(Primitive Culture, 1871) y de H. Morgan (La Sociedad
Primitiva, 1877)1. Ambos autores son reconocidos por los
mismos antropólogos como fundadores de la disciplina y
máximos exponentes de la teoría que nos ocupa. Para responder sobre la cuestión del origen y la naturaleza del
hombre nosbasaremos en las ideas al respecto de E. Tylor,
y para responder a la pregunta por las semejanzas y diferencias entre sociedades nos basaremos en los postulados
de H. Morgan.
Origen del hombre y naturaleza humana
La pregunta por el origen se contestó en base a la noción
predominante en la época: evolución. C. Darwin fue
1
quien mejor expresó este concepto: los organismos vivos
vandiferenciándose mediante un proceso universal de
cambio (evolución), el cual favorece a aquellos organismos
mejor adaptados para sobrevivir (selección natural). Este
proceso universal de cambio que se daba en la naturaleza
condujo a la aparición del hombre a partir de la diferenciación de sus “pares”, sus “primos”, los grandes monos.
Los antropólogos evolucionistas aceptaron estas ideasrelativas al origen del hombre, reconociendo en él “una especie”, producto de las transformaciones operadas en el
seno de la Naturaleza. Sostuvieron, también, que el físico
del hombre había evolucionado por variación genética y
selección natural hasta alcanzar su forma anatómica actual. En este sentido, tanto la cuestión del origen como los
aspectos biológicos daban cuenta de la uniformidad y launidad de la especie humana.
Afirmar la animalidad del hombre, reconocerlo como
una criatura de la naturaleza no pareció, sin embargo, suficiente para dar cuenta de su condición específica. Para
Taylor la humanidad era “única” entre los seres de la Naturaleza. Su particularidad residía en una “esencia” compartida, antiguamente identificada como espíritu, pero
ahora reconocida como “capacidad degenerar cultura”.
Esta capacidad habilitaba a su poseedor a trascender las
fuerzas del mundo natural dentro del cual los otros seres
vivos permanecían sumergidos.
Si bien la idea de hombre como una dualidad (ser biológico y ser cultural) no era nueva, lo verdaderamente desafiante respecto a las posturas filosóficas y teológicas de la
época era, por un lado, la concepción del hombre como
animaly, por otro, la afirmación de que su ser natural
podía dar cuenta de su parte espiritual.
Nuestros modernos investigadores de las ciencias de la naturaleza inorgánica son los primeros en reconocer, fuera y
dentro de sus campos concretos de trabajo, la unidad de la
Hemos citado los títulos y los años de los textos originales de ambos autores. En el caso de Tylor usamos el capítulo 1 de...
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