Identidad docente
“Lo que tenían en común todos los músicos a los que me quería parecer se notaba en su mirada, que decía: ‘Yo sé algo que vos no sabes’. Y yo quería ser así”
Bob Dylan
Diario La Voz del Interior, Revista Rumbos.09-03-08
El silencio del aula rural solo se quiebra por el alegre tintineo de las pulseras de oro de laseñorita Ana al escribir en el pizarrón.
Un puñado de niños y niñas de guardapolvo grisáceo por la tierra del camino le siguen atentamente el ritmo copiando en sus cuadernos.
Una de las niñas, con la mirada perdida en el horizonte se imagina estar en el lugar de la querida señorita Ana, vestida con un elegante guardapolvo blanco y zapatos de tacos altos y lustrosos, comprensiva y exigente a la vez.Sobre el escritorio deja una carpeta con hojas de colores cálidos y hermosos dibujos, en donde condensa una parte de todos sus saberes. Lee con expresiva voz a la clase cuentos que hacen viajar a países y paisajes remotos con la imaginación. Hasta el más terrible del grado se queda en silencio.
Esa niña ... era yo.
Elegir la carrera docente fue solo un trámite, ya que a pesar de las oposicionesde mi madre yo estaba decidida. Tenía vocación docente y quería cambiar el mundo en una semana.
Mi madre se resistía a mi decisión ya que como la sociedad en general, consideraba a la docencia, especialmente la primaria, una carrera que implicaba gran entrega y sacrificios, renuncias y postergaciones personales, casi un “sacerdocio”. También opinaba que tanta entrega no era compensada por elprestigio social y la compensación económica correspondiente. Yo lo atribuiría hoy a lo que Pierre Bourdieu llama capital simbólico, inferior al de una profesión universitaria o de nivel medio. Este autor define al capital simbólico como cualquier propiedad o especie de capital “cuando es percibida por agentes sociales cuyas categorías de percepción son tales que están en condiciones deconocerla ( de percibirla ) y de reconocerla, de acordarle valor”(1984:116) Es decir, se trata de recursos que confieren “reconocimiento”,“legitimidad”.
Ese imaginario construido alrededor de la docencia fue poniendo en tensión mi formación generalista vs. disciplinar, con el docente de Nivel Medio, en permanente búsqueda de un saber que no se alcanza completamente. Estos cuestionamientos mellevaron a seguir luego la carrera de Ciencias de la Educación en la universidad.
Si nos remitimos a los procesos de identificación1 podemos decir que hubo muchas “Señorita Ana” que como B.Dylan fui abrevando en el deseo inconsciente de compensar mi falta de saberes, mi incompletud.
De ahí que ante la pregunta ¿Quién soy? La respuesta incluye muchos quienes sin los cuales no sería lo que soy. Perotampoco puedo estar segura de que lo que soy hoy sea de una vez para siempre, abriendo la posibilidad de plantear lucha a esos modelos identificatorios que han dejado huella y los que se me van presentando y pugnan por desplazarlos ante los requerimientos de la práctica cotidiana.
Estos interrogantes nos introducen en la problemática de la identidad docente.
Del análisis de los textos delmódulo, se desprende que la identidad es un concepto complejo. Los planteos tradicionales de la identidad cristalizada, en esencia y construida alrededor de un ideal, de un deber ser, está dejando paso a cualidades como contingente, estratégica, posicional, relacional. Una tensión entre lo permanente y lo nuevo, entre la tradición y la renovación.
Para Stuart Hall2 “Las identidades son los nombresque le damos a las formas diversas en que somos posicionados por, y nos posicionamos dentro de las narrativas del pasado.”
En esa búsqueda de identificación se van produciendo nuevas modalidades de subjetivacion, cuyo contenido se materializa en los discursos de los aspirantes a la carrera docente.
En los actuales contextos de cambios sociales “estructurales”: en la economía, en los modelos...
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