profesor
Informe nº 3
Profesor: José Santos Herceg
Doctorado en Estudios Americanos
IDEA-USACH
Texto guía:
- Hall, Stuart (2003). “Introducción. Quién
necesita identidad”. En: Hall, Stuart y Du Gay,
Paul. Cuestiones de identidad cultural. Buenos
Aires: Amorrurtu, pp. 13-39.
Estudiante: Lorena Godoy Peña
Fecha: 24 de mayo de 2012
La identidaditinerante
La identidad es un concepto (…) que funciona «bajo borradura»
en el intervalo entre inversión y surgimiento;
una idea que no puede pensarse a la vieja usanza,
pero sin la cual ciertas cuestiones clave
no pueden pensarse en absoluto.
Stuart Hall
En múltiples disciplinas se produce la deconstrucción del concepto identidad
desde perspectivas críticas hacia las nociones que la vinculan alo original, lo integrado
y unificado, recuperando la subjetividad y los procesos inconscientes, influyendo desde
el psicoanálisis hacia los emergentes discursos del feminismo y la crítica cultural.
“Un yo incesantemente performativo fue postulado por variantes celebratorias del
postmodernismo. Dentro de la crítica antiesencialista de las concepciones étnicas, raciales y
nacionales de laidentidad cultural y la «política de la situación» se esbozaron en sus formas
más fundadas algunas aventuradas concepciones teóricas. ¿Qué necesidad hay, entonces, de
otro debate más sobre la «identidad»? ¿Quién lo necesita?” (p. 13)
El autor responde a esas preguntas planteando dos perspectivas
complementarias. Por una parte, la deconstrucción pone en jaque conceptos
esencialistas, y al nopoder reconstruirlos desde nuevos significados autónomos, como
diría Derrida, los piensa en el límite, en el intervalo, en una doble escritura “desalojada
y desalojadora”, que los invade hasta casi perder su referente inicial.
Hall plantea la irreductibilidad del concepto identidad vinculándolo a la política y a la
agencia. A la primera, desde la dimensión situacional en que se vincula a lasformas
modernas de movilización política, como también las inestabilidades de las formas de
“política identitaria”. Al agenciamiento, reconceptualizando al sujeto desde una
posición descentrada de la conciencia transcendental situada en el origen de toda
historicidad.
“Al parecer, la cuestión de la identidad o, mejor, si se prefiere destacar el proceso de sujeción a
las prácticas discursivas, yla política de exclusión que todas esas sujeciones parecen entrañar,
la cuestión de la identificación, se reitera en el intento de rearticular la relación entre sujetos y
prácticas discursivas.” (p. 15)
La identificación se entiende como un proceso de articulación, una sutura y no
una subsunción, algo dinámico, no determinado, siempre en construcción y que pese a
su consolidación no cancelala diferencia.
“Como todas las prácticas significantes, está sujeta al «juego» de la différance. Obedece a la
lógica del más de uno. Y puesto que como proceso actúa a través de la diferencia, entraña un
trabajo discursivo, la marcación y ratificación de límites simbólicos, la producción de «efectos
de frontera». Necesita lo que queda afuera, su exterior constitutivo, para consolidar elproceso.” (p. 16)
Inspirado fuertemente por el psicoanálisis freudiano, Hall desmarca de todo
esencialismo el concepto de identidad, instalándolo desde una perspectiva estratégica
y posicional, que supera ese núcleo estable de un yo ontológico. Frente a la
singularidad, plantea una pluralidad cruzada e incluso contradictoria, puesta de
manifiesto a través de discursos, prácticas y posicionesdiferentes. Las identidades en
la modernidad tardía amplían su fragmentación y fracturación, en un proceso de
transformación constante. Se trata de devenir y no de ser, “en qué podríamos
convertirnos, cómo nos han representado y cómo atañe ello al modo como podríamos
representarnos” (p. 17-18). Las identidades surgen de la “narrativización del yo”, en lo
imaginario y simbólico, pese a que lo...
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