Érase una vez un niño llamado concertación
Por MEM.
La desarticulada Concertación aún no se recupera del shock provocado por perder el poder tras 20 años. Pareciera que todos susdiscursos y actuaciones están fragmentados, tal como, -si se me permite la figura- un puñado de cabritas lanzado al ciberespacio. El efecto de la ingravidez las dispersa y nadie sabe dónde podrían terminar.La ingravidez política en la que se encuentran hoy los partidos y representantes de la Concertación muestra una ridícula (para la supuesta madurez política) manera de hacer oposición.Como lo hacían en la antigüedad y para hacerlo más didáctico, voy a contarles el mito del niño que se llamaba Concertación. Así entenderán mejor el panorama y comportamiento en el que se desenvuelveésta.
Cuando se es niño, se es tiernamente impetuoso, imprudente e impredecible. De hecho, en forma constante, se improvisa. Se improvisa cuando el niño se levanta y coge la ropa. Se improvisacuando se juega. Se improvisa con los estados se ánimo. Se improvisa cuando se desobedece u obedece y se improvisa cuando se camina de vuelta a casa, después del colegio. En ese trayecto, se piensa enesto, en aquello, en fulano, en zutano, se “siente” como dice Locke, pero no se “reflexiona”. Se es más instintivo en muchas acciones.
En este retorno a casa, como se improvisa, se usan otroscaminos que pueden ser escabrosos, latos, cortos o llanos, pero nunca igual al habitual. Dependiendo del camino que se escoja, se llegará antes o más tarde al hogar o… quizá nunca. En esta situación seencontraba al regresar a su casa este niño llamado Concertación. Este niño tenía un vecino recién llegado al vecindario. Concertación era mezquino y creía ser el único capaz de reunir a todos los otrosniños del vecindario. Además, era peleador. Como el nuevo niño, llamado Oficialismo era listo y amistoso, Concertación le tenía envidia.
Mientras Concertación continuaba su camino a casa...
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