Albizu Miranda_y_Matlin

Páginas: 16 (3847 palabras) Publicado: 22 de octubre de 2015
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LA PSICOLOGíA EN PUERTO RICO:
APUNTES SOBRE EL ESTADO DE UN ARTE
CARLOS ALBIZU-M:IRANDA

y

NORMAN MATIJN*

psicología, tal y como se enseña en América, se ajusta ala realidad norteamericana. Mientras ésta se encauce hacia el adiestramiento de psicólogos que hayan de dedicarse a pacientes norteamericanos, dicha orientación es indiscutiblemente legítima. No obstante;
cuando dicha psicologíaafirma que es ella la interpretación psíquica
de l~formación humana y, por ende, aplicable a todo hombre en
cualquier lugar o tiempo, las tendencias antedichas conllevan limita.
ciones muy severas. La experiencia habida por psicólogos puertorriqueños, de adiestramiento americano, comprueba a cabalidad el aserto
anterior; ejemplifica, además, cuánto puede suceder de no tomarse en
cuenta dichaslimitaciones.
Generalmente, el psicólogo puertorriqueño inicia su adiestramiento, al efecto, durante sus primeros años de colegial, en el nivel no
graduado. Efectúa entonces una concentración de cursos dentro del
marco de su disciplina de especialización. Casi siempre sus textos son
en lengua inglesa. Aun en los casos esporádicos en que sus textos son
en español, son ellos traducciones del inglés. Endichos cursos se uti.
liza como vehículo de enseñanza la lengua española. No obstante, ocasionalmente, hay algún profesor de los Estados Unidos que enseña en
inglés. Invariablemente también, los experimentos que se discuten, así
como los casos patológicos sometidos a estudio, son americanos. Las
teorías que adquiere son americanas y, en el caso de teorías europeas,
las recibe a través del lentepeculiar de la psicología norteamericana.
Cursa luego este psicólogo estudios postgraduados en América.
Difícilmente se dará el caso de que algún profesor le conceda atención

L

A

* El doctor Carlos Albizu-Miranda es catedrático de psicología en la Facultad de
Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico. El profesor Matlin es conferenciante
de psicología en 'a misma facultad.
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REVISTADE CIENCIAS SOCIALES

especial a él. Tampoco es probable que él se atraiga alguna atención
especial, cuestionando dichas teorías. Resulta, pues, un flujo unilateral
de información, el cual se inicia en el profesor y en el cual el estudiante es mero receptor. Alejando de su hogar, este psicólogo en cierne,
se preocupa más por hacerse de todos esos conocimientos, que por
determinar si éstos habránde serIe de utilidad a su regreso a la isla.
Es fácil advertir, al efecto, que el estudiante recibe, junto a los
beneficios de la psicología americana, su limitado campo de acción.
Si'bién el tema dé las divergencias culturales surge ocasionalmente en
los cursos, no se considera éste como uno de los aspectos más irnportantes de la disciplina. Las verdaderas diferencias culturales se despachan conunsomero análisis de alguna que otra tribu primitiva, entre
las mejor conocidas de éstas. La mayor parte de 10 que se denomina
estudio de divergencias culturales es, en realidad, la respuesta diferencial de diversos niveles socio-económicos, Aun en la discusión de
estos aspectos, en vez de enfocarse cómo los integrantes de las varias
Clases sociales piensan y actúan, se adultera la labor en unintento de
justificar cualesquiera actividad descarriada o ilegal de los grupos sociales inferiores. Dicha predisposición aparece elegantemente satirio
zá.di enWest Side Story. Una discusión más seria de sus resultados
puede hallarse en Delinquency and Drift de David Matza. A pesar de
esta defensa que hace algunos comportamientos de los sectores infe.
rióres, la psicología americana se orienta,básicamente, hacia la clase
media. El estudio sobre New Haven (1958) hecho por Hollingshead
y Redlich señala la incapacidad del psicólogo para establecer comunicación con el paciente de nivel social inferior.
En la actualidad, se advierte la disposición de aprovechar al psi.
FQlogo en la obra de bienestar público del Estado. Esta práctica quizás
redunde en cambios favorables para la diciplina, pero...
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