Antecedentes indígenas y campesinos en la fisonomía del venezolano

Autor: Rafael Carias
Capituo Uno

Hasta hace pocos decenios Venezuela era una nación predominante¬mente agraria. La mayoría de la población habitaba en los campos y pe¬queñas ciudades con características de aldea. Es natural que la mentali¬dad del venezolano se haya acrisolado en el largo tiempo del quehacer agrario y que inconscientemente se traduzca en el lenguaje cotidiano, en el refraneroy en las canciones.
La mentalidad agraria fortalecida por la existencia junto a la na¬turaleza tiene como rasgos esenciales la regularidad de los aconteci¬mientos, el retorno periódico y la adaptación al poder de las fuerzas naturales. El hombre agrario tiene una visión del tiempo, de la vida y del trabajo sometida al acontecer subyugante de la naturaleza. En la selva el primitivo ensayaba lavida jugueteando en los contados momen¬tos de libertad, pero cuando el hombre se inserta en la naturaleza para vivir de ella y trata de cultivar (educar) a la tierra, acaba por ser él mismo cultivado y domesticado por la naturaleza. Toda cultura tiene como necesaria referencia la tierra.
El campesino venezolano acusa un fuerte mestizaje indígena. La cultura aborigen con excepción de algunosenclaves, ha desaparecido, pero el largo peregrinaje indígena y su incipiente agricultura dejó su impronta en el mestizo. El hombre del campo heredó junto con los usuales rasgos arcaicos de cabello lacio, escaso perfil y ojos rasgados, una fisonomía interna característica, un alma dotada de la sensibili¬dad y resignación propias de la raza casi extinta.
Como puntos de referencia todavía válidos paraorientar una refle¬xión sobre estos cambios están las procedencias indígenas y agrarias.
Los pasos a seguir quedan pues delineados:
1. La herencia indígena
2. La tipicidad campesina.

1.- LA HERENCIA INDÍGENA

El indio llegó en canoa y transitó a pie los llanos. Delante de sí siempre tuvo una tierra más grande que sus sueños. Remar y caminar. Desplazarse siempre. La inmensa tierra lo avasalló.La agreste naturaleza lo dominó, lo redujo a supervivencia. Al fin se produjo el equilibrio: la geografía asombró al indio, lo amenazó de muerte y a no hacer nada, esto es, nada mas que recolectar para seguir viviendo. Imaginemos la fatiga de siglos de peregrinar, las canoas que se deshacen y son sustituidas por otras. La impresión de nunca acabar producida por esos horizontes siempre prolongados.La fuerza nive¬ladora de las aguas que arrasan la tierra, la fuerza de las plantas emergiendo por todas partes después de las lluvias, el poder del mar y de los ríos caudalosos. El indio sobrevivió sorteando los peligros, esqui¬vándolos desde su escondrijo como un reptil. El indígena flotó al vai¬vén del jugueteo de la naturaleza. Y no más. No intentó hacer más. Parásito. No dejó huella.
Todojuego es recíproco. En el juego de su llegada al nuevo con¬tinente poderoso y enorme, el indio astuto fue él mismo astutamente sojuzgado por el mundo natural y fue integrado a él y le fueron im¬puestas sus periodicidades y sus imprevistos. Su espíritu, así moldea¬do presenta las siguientes características.

-- Fidelidad a la tierra.

La tierra no es una posesión, un objeto, sino es parte dela exis¬tencia y de la movilidad del indio. La tierra no es sólo su entorno, su 'habitat', allí donde respira, sino es la prolongación de su ser, el complemento de su mundo interior, el reflejo de su alma, por ser ésta producto de la tierra. La relación alma-tierra está manifiesta, en un caso, en la melancolía del indio de las montañas andinas que ha bo¬rrado los horizontes y los ha confundidocon el muro árido e infran¬queable del Ande. En cambio, el indio de los ríos y de los llanos se di¬luye con el flujo del agua y sus raudales, mientras la tierra firme, la orilla, le representa el descanso, la corriente fluvial le muestra el sus¬tento y el camino hacia las palmas de múltiples usos. El indio de la selva es aprisionado por ésta, que le cierra el paso y solo le permite adentrarse por...