Análisis sociológico de la práctica docente

Análisis sociológico de la práctica docente

1. INTRODUCCIÓN



Reconocer es, de alguna manera, volver una y otra vez; quizás tantas veces como hiciera falta, a raíces y principios, a saberes primeros, casi intuidos en “el estar ahí”: en nuestro deseo, en nuestra necesidad definitiva de hacernos humanos.
Dice Jeannette Escalera Bourillon[1] que los griegos tenían claro que elespíritu humano puede progresivamente tener conocimiento de sí mismo y que puede crear a la vez formas mejores de la naturaleza humana, de la vida y de su existencia. Aunado a la comprensión de la paideía, iba el concepto de physis, naturaleza, modo natural de ser, esencia, condición natural, figura, rasgos, porte, actitud; naturaleza espiritual, carácter; fuerza natural creadora o productora poíesis;conjunto de los seres, universo, clase, especie.
Sabían que el ser humano posee la peculiaridad de ser irrepetible y que la paideía, conserva esa fuerza natural transformadora Y, por qué no, o, por qué no, la teoría pedagógica sería, un saber que contempla cómo es que el ser humano forma y transforma su naturaleza que ya no es sólo naturaleza, sino destino, ethos, su carácter, su modo de ser yde comportarse, su actividad intelectual capaz de afectar a miles de espectadores a un tiempo y de estimular sus emociones.
Porque sólo el ser humano es el único, entre todos los demás seres, que disfruta su conducta y es el único capaz de modificar su comportamiento, el único que puede cambiarlo y transformarlo, porque sólo él tiene su ser incompleto.

Esta “introducción” que parecieraretrotraernos a las viejas lecciones sobre mitología griega y romana no es sino un “pretexto” para recordarme a mí misma en un muy pasado ayer, de forzada retentiva y de una motivación claramente explicitada: “hay que estudiar y tener un título, para poder ser alguien en esta vida…” Y yo estudiaba y, por suerte, me acompaña aún hoy la MEMORIA, que vive en mí, así, con mayúsculas, porque también demi rebeldía puedo dar cuenta.




2. DESARROLLO


Mi formación docente, promediando los ’70, en el plano contradictorio del tecnicismo funcionalista y del trascendentalismo, hizo centro en el liberalismo donde la palabra “libertad” era poco menos que una voz de dudoso contenido ideológico. ¿Qué es ese poder del que estás hablando m’jita?, me preguntaba la profesora de Matemática,cuando me empeñaba en que trabajáramos con los problemas reales, los del momento…
Y allí está esta manera de restringir el poder que estriba en limitar su actuación al campo estricto de la política, postulando su no intervención en las actividades económicas y sociales; es la doctrina del laissez faire, laissez passer. Nos encontramos aquí con una de las características del liberalismo, cuyaconcepción del Estado-gendarme, que sólo interviene en los casos de “flagrante delito”, centra sus funciones en el mantenimiento de la libertad individual y descuida el ámbito de la justicia social. Diría María de Ibarrola: “….Se vincula a la cosmovisión de la burguesía, responde a la necesidad de adaptación de este grupo a los cambios sociales, necesidad que debe ser cubierta por este grupo paraconservar su hegemonía sobre el resto de la sociedad. Esta sociología está en constante cambio, revisando sus supuestos y adaptándose a los cambios sociales. La educación está regida en términos de eficiencia, administración, sistematización y calidad. Se piensa la educación como la preparación para cumplir roles específicos en la sociedad. Empíricamente la educación se maneja como escolaridad yviceversa. Se piensa a la educación como la que posibilita la movilidad social….”
Toda una pedagogía que concebía a la sociedad como una orquesta armoniosa. Se me ocurre orquesta, porque algunos de mis compañeros del Normal o sus familias, empezaron a “desafinar” en el encierro de la U2, donde también estaba, nada menos que Di Benedetto[2] al que, con cualquier pretexto, iba a ver al diario Los...