Aquello Que Decimos Sin Decir

AQUELLO QUE DECIMOS SIN DECIR

El otro día, viendo el programa de TVE “59 segundos”, en el que acudía como invitado el futuro presidente del Gobierno deEspaña, el Sr. Pérez Rubalcaba, decidí poner en pràctica algunos de mis conocimientos adquiridos en el estudio del lenguaje corporal, es decir, “aquello quedecimos sin decir”.
Creed que realmente disfruté de ello. Su verbo, su prosodia y su habilidad en el despliegue que realizó de feedback y de asertividad,mediante un lenguaje cortés, pueden ser consideradas excelsas, y más aún teniendo en frente a un notable grupo de ilustres comunicadores de un ámplio abanicopolítico, que lo intentaron poner entre las cuerdas más de una vez, pudiendo escaparse habilmente de ello.
Ahora bien, su lenguaje corporal era digno de serobservado. Aparentemente controlaba la situación, pero en más de una ocasión, se protegía de los “ataques” de los periodistas tapándose la boca y nariz con sumano, y su triángulo de la expresión (ojos-cara-manos) no tenía desperdicio. Y de sus gestos de descarga (tics o acciones) otro tanto.
Ahora bien, lo que másme llamó la atención fue su mirada: sus ojoshabían momentos que hacían más “chirivitas” que los de Marujita Díaz.
Puedo llegar a afirmar que “rebuscaba” y“recreaba” en su disco duro, de manera voluntaria e improvisada, más de una respuesta , con la pura finalidad de salir airoso del trance, y vendernos suprograma electoral. Pero mientras oralmente hablaba , su cuerpo en silencio pero enl atente movimiento ,decíaltodo lo contrario: sus emociones le delataron.