Bachillerato

LA HISTORIA DE UN PEPE

CAPITULO I
Personas que consideramos como ancianas, contaba que los últimos días de diciembre de 1792 fueron extraordinariamente fríos. En aquellos tiempos la novísimaciudad de Guatemala no contaba con otro alumbrado más que el que generosamente nos proporcionaba la luna y las estrellas, y la luz que despedían en una u otra calle las candelitas de los faroles suciosde los nichos de los santos.
La ciudad poco habitada parecía no más que un vasto panteón, en el centro de este cementerio de vivos había otro de muertos, el de la parroquia de sagrario, que ocupabael sitio donde hoy es el mercado central de la ciudad del Guatemala.
Remontándonos a esa época donde todavía no existía el mercado sino que el cementerio. A las dos de la madrugada del día 28 denoviembre se desplazaba una figura pegada a la pared del panteón, avanzaba lentamente y con temor. No obstante la lentitud con que caminaba, podía decirse que era joven, su vestimenta revelaba que setrataba de una mujer de lo que en esos tiempos se llamaba clase media.
Le cubría la cabeza y la mitad del cuerpo una gran colcha blanca, y parecía llevar entre brazos un objeto que le interesaba muchoresguardar del frio, pues se preocupaba por cubrirlo con gran esmero. Por desgracia no hubo ninguna persona, que se percatara de su presencia, por lo tanto hubiera pensado se aquella persona un alma dela otra vida.
La mujer había avanzado hasta llegar a la esquina sudeste del cementerio, se detuvo y fue hasta donde estaba una imagen de la virgen de Dolores, que ocupa un nicho en el Angulo quehacían las paredes de una casa frente al cementerio. La luz de la lámpara ilumino el rostro de la desconocida, estaba pálida como si fuese un cadáver. Arrodillada frente a la imagen, lloraba y susurrabapalabras entrecortadas como si le salieran desde el fondo de su alma, la joven parecía abrumada por uno de esos dolores que da la vida.
Se levanto desde donde estaba apoyándose con la mano...