Carta a un Profesor

NOMBRE: Juan David Vargas Acevedo CC.: 71339586
MATERIA: Métodos de Investigación I. PROGRAMA: Maestría en Educación
PROFESORA: Diana Jaramillo Quiceno. FECHA: 24 de abril de 2014
Universidad de Antioquía
CARTA A UN DOCENTE
En vez de escribirle una carta a solo un docente, tendré en cuenta a los docentes a los que he tenido que decir algo y he callado (sea por complicidad oindiferencia) y lo escribiré conforme lo siento. Ellos representan ese docente que recibirá la descarga de mi “rabia justa” que no es rencorosa ni pretende agredir… más bien pretende invitar a la reflexión y a la construcción de una mejor persona con más posibilidades de llegar a los estudiantes.
Colega: No grites, cuando lo haces demuestras tu incapacidad de crear espacios dialógicos propicios para elintercambio de ideas. Cuando gritas, no haces sino demostrar tu incapacidad de manejo de grupo, impones tu autoritarismo con recursos del déspota y promueves la ley del más fuerte. Cuando anulas al otro con un grito eliminas la posibilidad de concertar las normas para llevar a cabo tu clase. Ese grito desafina la armonía del encuentro con el otro, esa magnífica posibilidad que te da el ejerciciodocente de transformar la realidad con muchas personas. El grito castra, anula, dispersa; la voz y el gesto abren puertas, confirman al otro, invitan al recogimiento e intimidad del ejercicio del pensamiento. Con tu grito haces mal uso del poder delegado en ti en la relación docente-estudiante, que no debería ser un poder vertical sino horizontal, que no es un poder para oprimir sino para liberar.¿Qué tal si fomentas una “autoridad coherentemente democrática” en la que no tengas que gritar?
Deja de quejarte sin proponer ningún cambio. Cuando te quejas todo el día, encuentras sólo lo negativo y no propones nada para cambiar lo que no te gusta, incomodas a los docentes que realmente amamos esta profesión. Todas las dificultades en el ejercicio docente solo refuerzan las ganas que siento pormejorar mi profesión y hacerla más digna y respetada. Todas las dificultades que encuentro a diario me recuerdan mi ambición de crecer como persona y por ende hacer crecer a mis estudiantes. Tu queja es desierta, agónica, de moribundo. Cuando repites que la “escuela ha muerto”, solo dejas ver tu desprecio por lo que haces. Dejaste de creer en un mañana mejor y lo único que haces es replicar esesentimiento de desesperanza en tus estudiantes. En tus ojos se extinguió el brillo que indica que todo es posible, has perdido esa mística que se requiere para encantar al otro, ya tu poco conocimiento del mundo se quedó pequeño al momento de entender tu realidad para poder transformarla.
¿Qué pasó con tu humildad? ¿Desde cuándo eres más o mejor que tu estudiante? Ya olvidaste que en tu niñez yadolescencia eras débil, temeroso y tímido. Has crecido y aprendido cosas, ya puedes opinar con propiedad sobre cualquier asunto, ya tienes experiencia ganada con los años, y, hasta puede que hayas tomado buenas decisiones con tu vida; pero, ¿te da esto el poder de creerte mejor que un estudiante? No eres humilde ni siquiera al escuchar al otro, rápidamente estas tratando de imponer tu punto de vista.No eres humilde cuando alguien te recalca un error o defecto que tienes e inmediatamente cambias de página y evitas el tema. No eres humilde cuando hablando de tus logros y éxitos, miras a tus colegas con desdén fomentando la desunión y la malsana competencia. No eres humilde cuando tratas con indiferencia a los porteros, personal logístico, estudiantes y colegas. La escuela se vive, como puedespretender llegar a casa desprendiéndote de todo lo que implica ser docente. Soy humilde cuando reconozco mis posibilidades en la sociedad, cuando trabajo en mi crecimiento personal (al reconocerme como ser inacabado), cuando creo que hay un mañana mejor para todos del que puedo ser agente transformador y de cambio.
Sigue tus instintos. Puedes tener la sospecha, o quizás ya sabes que hay un...