Comentario eutanasia
Páginas: 5 (1196 palabras)
Publicado: 6 de febrero de 2012
COMENTARIO DE TEXTO
Eutanasia, de Manuel Vicent.
El texto de Manuel Vicent se presenta en el subgénero periodístico de “columna” de un periódico de tirada nacional, El País. El autor, bien conocido como novelista, reportero, buen entrevistador y columnista plantea en sus textos añorantes situaciones, momentos de su vida y aspectos de difícil posicionamiento en la época en que vivimos; comoen este caso: la dignidad humana en el momento de morir y la eutanasia.
En un interés por que sus opiniones lleguen al mayor número de receptores, dispone sus reflexiones en un registro coloquial, pero cuidado; es un tema delicado, que afecta a todo tipo de personas y lo muestra con ciertos toques literarios que lo aproximan al registro culto, haciéndolo así más interesante y, a la vez, másriguroso (Kafka, copla popular, coronarse de placeres, el rayo de su inteligencia, las heces del cáliz de la vida…)
No podemos eludir que un tema de tanta actualidad e interés -del que se da muestra en debates radiofónicos o televisivos, en declaraciones del propio ministro de Sanidad, Bernat Soria, y que lo vemos con frecuencia como tema en el cine: Las invasiones bárbaras (2003), Mar adentro(2004), Hace mucho que te quiero (2008)-, nos crea un estado de opinión, en el que nos volcamos defensores y detractores.
En cualquiera de las posturas que nos coloquemos, vamos a encontrarnos con el debate, pues la profunda reflexión a que nos lleva esta cuestión nos hace hablar con firmeza si hemos llegado a la que nos convence. En el centro de la discusión se encuentra la palabra “asesinato”y, especialmente para los que viven movidos por la religión cristiana, la palabra “pecado”. Del dolor y del sufrimiento, la Naturaleza nos invita a huir; el ser humano aspira a la felicidad y, aunque no deja de ser una utopía alcanzarla, es a donde nos dirigimos; ella misma proporciona remedios: climas diferentes, latitudes y altitudes diferentes, plantas y animales benefactores… Cuando llega elmomento en que la vida no nos puede dar más y nosotros no podemos darle nada a ella, puesto que solo sentimos ese dolor y sufrimiento, parece que Ella misma nos dicta y muestra el camino.
Pero el juramento hipocrático que hacen los médicos, al acabar sus estudios, les habla de que su misión es intentar, por todos los medios posibles, salvar vidas, evitar la muerte. Hay quien se toma tanliteralmente su juramento que no mira a la persona que tiene ante sí, no piensa en ella; vuelve la mirada a su firma sobre el papel que le indicó, un día, cuál iba a ser su ideario profesional y no alcanza a sentir por lo que está pasando el paciente.
A veces un mal momento, en cualquier situación límite, definitiva, no impide que reconozcamos que hasta entonces las cosas han ido mejor, incluso puedeque lleguemos a valorarlas en su justo precio, cosa que no habíamos hecho antes; pero también es muy probable que nos impida ver que ha podido existir algo mejor y derivemos al resentimiento y la frustración que nos enfrenta al mundo entero. Y a esto no hay derecho, no deberíamos vernos nunca en circunstancias que nos impidan ser nosotros mismos y ser nosotros los que llevemos las riendas denuestra vida (que, a la vez, quiere decir nuestra muerte).
El tema parece claro: la eutanasia, cuya expresión escrita se plantea desde el propio título, con lo que el autor no pretende andarse por las ramas, sino dirigirse directamente a él. La postura de Vicent, su tesis, expresa que no aceptar la eutanasia como una manera de evitar el sufrimiento en el “inalienable” momento de la muerte es loque se puede etiquetar de asesinato, no así el ayudar en un trance como éste, si es difícil y doloroso.
La presentación es clara y ordenada, organizada en párrafos en los que alterna ejemplos que muestran su forma de pensar, con los que recogen reflexiones de tipo general y que el propio autor comparte: Kafka y su decisión ante la muerte; derecho a morir sin sufrimiento; una copla popular que...
Eutanasia, de Manuel Vicent.
El texto de Manuel Vicent se presenta en el subgénero periodístico de “columna” de un periódico de tirada nacional, El País. El autor, bien conocido como novelista, reportero, buen entrevistador y columnista plantea en sus textos añorantes situaciones, momentos de su vida y aspectos de difícil posicionamiento en la época en que vivimos; comoen este caso: la dignidad humana en el momento de morir y la eutanasia.
En un interés por que sus opiniones lleguen al mayor número de receptores, dispone sus reflexiones en un registro coloquial, pero cuidado; es un tema delicado, que afecta a todo tipo de personas y lo muestra con ciertos toques literarios que lo aproximan al registro culto, haciéndolo así más interesante y, a la vez, másriguroso (Kafka, copla popular, coronarse de placeres, el rayo de su inteligencia, las heces del cáliz de la vida…)
No podemos eludir que un tema de tanta actualidad e interés -del que se da muestra en debates radiofónicos o televisivos, en declaraciones del propio ministro de Sanidad, Bernat Soria, y que lo vemos con frecuencia como tema en el cine: Las invasiones bárbaras (2003), Mar adentro(2004), Hace mucho que te quiero (2008)-, nos crea un estado de opinión, en el que nos volcamos defensores y detractores.
En cualquiera de las posturas que nos coloquemos, vamos a encontrarnos con el debate, pues la profunda reflexión a que nos lleva esta cuestión nos hace hablar con firmeza si hemos llegado a la que nos convence. En el centro de la discusión se encuentra la palabra “asesinato”y, especialmente para los que viven movidos por la religión cristiana, la palabra “pecado”. Del dolor y del sufrimiento, la Naturaleza nos invita a huir; el ser humano aspira a la felicidad y, aunque no deja de ser una utopía alcanzarla, es a donde nos dirigimos; ella misma proporciona remedios: climas diferentes, latitudes y altitudes diferentes, plantas y animales benefactores… Cuando llega elmomento en que la vida no nos puede dar más y nosotros no podemos darle nada a ella, puesto que solo sentimos ese dolor y sufrimiento, parece que Ella misma nos dicta y muestra el camino.
Pero el juramento hipocrático que hacen los médicos, al acabar sus estudios, les habla de que su misión es intentar, por todos los medios posibles, salvar vidas, evitar la muerte. Hay quien se toma tanliteralmente su juramento que no mira a la persona que tiene ante sí, no piensa en ella; vuelve la mirada a su firma sobre el papel que le indicó, un día, cuál iba a ser su ideario profesional y no alcanza a sentir por lo que está pasando el paciente.
A veces un mal momento, en cualquier situación límite, definitiva, no impide que reconozcamos que hasta entonces las cosas han ido mejor, incluso puedeque lleguemos a valorarlas en su justo precio, cosa que no habíamos hecho antes; pero también es muy probable que nos impida ver que ha podido existir algo mejor y derivemos al resentimiento y la frustración que nos enfrenta al mundo entero. Y a esto no hay derecho, no deberíamos vernos nunca en circunstancias que nos impidan ser nosotros mismos y ser nosotros los que llevemos las riendas denuestra vida (que, a la vez, quiere decir nuestra muerte).
El tema parece claro: la eutanasia, cuya expresión escrita se plantea desde el propio título, con lo que el autor no pretende andarse por las ramas, sino dirigirse directamente a él. La postura de Vicent, su tesis, expresa que no aceptar la eutanasia como una manera de evitar el sufrimiento en el “inalienable” momento de la muerte es loque se puede etiquetar de asesinato, no así el ayudar en un trance como éste, si es difícil y doloroso.
La presentación es clara y ordenada, organizada en párrafos en los que alterna ejemplos que muestran su forma de pensar, con los que recogen reflexiones de tipo general y que el propio autor comparte: Kafka y su decisión ante la muerte; derecho a morir sin sufrimiento; una copla popular que...
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