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A Adelina María Herrera Ramírez la hicieron salir despavorida de su parcela en Macayepo (Bolívar), con sus siete hijos a cuestas, porque un vecino suyo le quemó el rancho en venganza del honor quele robó uno de sus hijos, de 16 años, a una de las nietas del agresor, una menor de 13.

Miguel, el hijo de Adelina, sostuvo relaciones con la nieta de Joaquín Simancas Medina. Cuando el hombre seenteró de lo sucedido, se fue para donde Adelina y le dijo que tenía que pagarle el honor de su nieta con la parcela, o de lo contrario le quemaba el rancho. Y se lo quemó.
Adelina es viuda. Hacecuatro años a su esposo lo mataron en circunstancias extrañas. Todo hace indicar que fue una bala perdida de un cazador que alcanzó al hombre que estaba en el campo a la medianoche. Nunca se supo quién ledio muerte.
Ahora Adelina y su familia viven en esta ciudad su tragedia, asistida por una caritativa amiga que se condolió de su situación y le brindó albergue y comida en el barrio La Gaitana.
Laverdad es que comparten la pobreza. Lo poco que hay para las dos familias. Adelina tiene 58 años y siente que el mundo se le vino encima de un día para otro y no sabe qué hacer.
La misma desesperaciónla hizo concurrir a la Oficina de Desplazados de la Personería Distrital a pedir ayuda, para ver qué podían hacer por ella. Ella dice que es una desplazada. Aunque lo es, no es exactamente de laviolencia guerrillera ni paramilitar, sino de otra clase de violencia, la violencia que surge a veces por la ignorancia, o por la intolerancia, o por el absurdo arraigo de costumbres ancestrales, peroviolencia al fin y al cabo.
El hijo de Adelina está detenido hace dos meses en la sede de Asomenores en esta ciudad, acusado de acceso carnal violento.
Adelina no puede volver a su parcela porquepondría en peligro su vida y la de sus hijos. Está, en definitiva, atrapada en su propia tragedia.
Cómo puede ayudarme usted, doctora? , le dijo, desesperada, un dia en una entrevista, a la encargada de...