Consumo
Cada fase trajo nuevosdesarrollos para la historia del libro. El periodo pre-romano presenció un cierto nivel de continuidad en los conocimientos de la antigüedad, a través de la mediación de la iglesia. Ante laarremetida de los germanos paganos, la iglesia británica nativa se retiró en gran medida hacia la “zona de las tierras altas” (el moderno dominio celta, “Celtdom”). Participó activamente en la conversión deIrlanda, donde emergió una cultura cristiana distintiva, notable por su erudición, e influenciada por sus legados celtas y británicos, y también los del Mediterráneo oriental, la Galia y España. Seadoptaron organizaciones episcopales y monásticas, se enseñó el latín sistemáticamente como una nueva lengua, y se desarrolló un sistema de escritura, libre de la vulgarización experimentada a menudo enlas áreas del antiguo imperio (del que Irlanda nunca formó parte). Los libros más antiguos que sobreviven de estas islas (como el Codex Usserianus y las Springmount Bog Tablets) fueron producidos enIrlanda posiblemente durante los primeros tiempos del siglo VII.
En Inglaterra, la resistencia ante el avance germánico, asociada con Ambrosius Aurelianus y la figura históricamente esquiva deArturo, había colapsado ya en la segunda mitad del siglo VI (como lo lamenta el monje británico Gildas), y para cerca del año 600 se habían establecido una miríada de pequeñas unidades políticasanglosajonas, a partir de las cuales surgieron varios reinos importantes. De estos, asumieron el protagonismo: Kent, Essex, Sussex, Wessex, East Anglia, Northumbria (Deira y Bernicia) y Mercia. Algunos focos...
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