Crónica "501"

501
Por Marianela Montanari

Previo a ir visitar la escuela, realicé una pequeña búsqueda de estadísticas sobre educación correspondientes al partido de General San Martin. Inspeccionando los resultados, la primera fuente proveedora de mi requerimiento es Wikipedia, su precisión no fue la esperada, la “letra chica” marca registros del año 2001. En ese contexto la población sin instrucción oprimaria incompleta era de 13,77%, primaria completa y secundaria incompleta 52.02%, secundaria completa y terciario o universitario incompleto 27,30%, terciario o universitario completo 6,91%. Lejos de analizar estas cifras, tenía expectativas de encontrar cómputos acerca de cómo se compone la educación especial dentro de este partido, o al menos una mención. Sin embargo, a pesar de la enormecantidad de “información” que encontramos publicada en el inmenso mundo del conjunto de redes de comunicación interconectadas, no vi -ni en Wikipedia ni en el resto de las fuentes expuestas- estadísticas sobre el tema. El sitio web municipal brinda información acerca de los servicios sociales disponibles para las personas con capacidades diferentes; aunque no es un dato menor, seguía sin encontrar loque buscaba, motivo por el cual dejé de lado el rastreo de valores numéricos.

1º De Agosto de 1806 N° 2876 (1° de Agosto esquina La Crujía) Villa Bonich, partido de San Martín; noroeste del Gran Buenos Aires. Llegué. En el frente, una enorme inscripción en letras de color negro expone: “Escuela de Educación Especial Nº 501”. Está ubicada a dos cuadras del Policlínico Eva Perón y a ocho delLiceo Militar.
Observo su alrededor. Vecina de casas muy humildes, ocupa media manzana y se encuentra en muy buenas condiciones edilicias. A simple vista parece no haber movimiento. Para llegar a la puerta principal debe cruzarse una amplia escalera. Desde una de las ventanas del primer (y único) piso, se asoma un chico de aproximadamente 14 años de edad; me mira, se esconde, vuelve a asomarse y mesonríe. Escucho risas y un modesto bullicio. Después de unos minutos, la portera me brinda el acceso. Confieso que este establecimiento me denotaba cierto misterio.

Sentada en un banco del hall veo a dos chicos que se acercan corriendo. Uno de ellos -el mayor- persigue al compañero y le saca su gorra; la esconde en un rincón entre medio de un piano y la pared -me mira adjudicándomecomplicidad- y la cambia de lugar sin que su amigo sospeche del escondite. Finalmente me la enseña:
-¿Le gusta mi gorra nueva doña?
-Sí, es muy linda pero… me parece que es de él
- ¡No, es mía!
Contestaron ambos a la vez con picardía en sus rostros.
Las risas de los tres son inevitables. Se sientan a mi lado –cómodamente- y tras preguntarme el nombre se van corriendo continuando su juego.
Es elprimer contacto con los chicos, tan simple y cotidiano como cualquier otro de la misma clase. Me pregunto qué los hará ser “especiales”, cuáles serán sus dificultades…

En diagonal a mi ubicación se encuentra la sala de dirección, a su izquierda la sala de profesores y a la izquierda de la última, la cartelera: “Baile el sábado en Pio Baroja” (un boliche cercano), temprano, de 13:00 a 16:00 hs. Sí,me sorprendo diciéndome a mi misma que los chicos especiales también van a bailar a boliches. Detrás de la cartelera hay una mención -en bronce- que informa que fue inaugurada en 1956, gracias a la Dirección General de Educación de la provincia de Buenos Aires, bajo el gobierno de Juan Domingo Perón.

Durante la espera circulan alumnos, maestros y preceptores, varios me observan, típico, comopreguntándose “¿Quién será?”.

“Es una escuela para retardo mental que atiende a 260 niños y adolescentes entre 5 y 18 años con trastornos leves a moderados. Reemplaza a la primaria y toda la secundaria. Tiene un servicio de test de personalidad y también cuenta con unidad laboral que los prepara o para carpintería o para gastronomía. Es la única escuela estatal del distrito que brinda este...