Criminalización del consumo
Diariamente, cuando vemos en las noticias las vendettas entre carteles, las toneladas de droga incautada en los puertos y aeropuertos del mundo, las mulasdetenidas por agentes del estado, el numero indiscriminado de víctimas producto del narcotráfico, los niveles de consumo de sustancias psicoactivas en Estados Unidos y en Europa, la aparición defenómenos como la narcoguerrilla y el narcoterrorismo, uno se pregunta, será que esa política nacional e internacional de represión a la producción y al consumo de sustancias psicoactivas ha fracasado?Cuantas victimas mas tienen que pagar con sus vidas y cuantos millones de dólares se van a gastar en los próximos años, para llegar a la conclusión de que estas políticas de represión no darán losresultados esperados y que los únicos beneficiados son las mafias, pues el riesgo derivado de producir y comercializar estas sustancias aumentan su precio a nivel internacional.
La verdad, es que elpanorama es muy desalentador, en un país productor como el nuestro se ven los esfuerzos por aumentar los índices de erradicación para cumplir la cuota anual ante Tío Sam, de lo contrario se acabaría laayuda económica que recibe el Estado, en estrategias como el Plan Colombia. Y las discusiones surgidas desde el año pasado, sobre la pertinencia de penalizar la dosis mínima, nos hacen nuevamentepreguntarnos si vale la pena o no de seguirnos desgastando en crear políticas públicas en pro de la represión de estas conductas que tanto daño hacen a la sociedad.
Si hacemos un paralelo entre lasdenominadas sustancias psicoactivas ilícitas (marihuana, cocaína, heroína, etc.) y las que están aprobadas por la ley es decir que tienen la connotación de sustancias lícitas (alcohol y tabaco), vemos...
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