Cronica periodistica
Israel, en la sala de terapia intensiva tras haber sufrido un accidente de tránsito.
Se tapa la cara con las manos y comienza a llorar. Las lágrimas caen y se mezclan con lasgotas de sangre que están en el suelo. "Mijito se va a morir", repite Marta Collaguazo mientras presencia el trágico escenario en el que su hijo, Israel Z., de 10 años, es el principal protagonista.Hace dos horas que Marta llegó junto a su pequeño al Hospital del Sur de Quito, pero a ella le parece una eternidad. “Un carro le pisó la cabeza y nadie me dice nada”, comenta con desesperaciónmientras su llanto se ahoga en un grito desgarrador de ayuda. Esa tarde su hijo había ingresado a la casa de salud en estado inconsciente, desangrándose y con la cabeza hundida y abierta en tres partesluego de haber sufrido un accidente de tránsito.
Afuera el cielo está gris y llueve. Esa misma lluvia provocó que la camioneta que llevaba a Israel patinase en la carretera debido al exceso develocidad. Con un frenazo abrupto por parte del conductor, Israel salió volando desde el balde del auto hacia el pavimento y otro carro que venía en sentido contrario atropelló su cabeza.
La cara dearrepentimiento del padre, Enrique Zapata, lo dice todo. “Yo no le fui a recoger al colegio porque tenía un trabajo, por eso le ha tocado jalar dedo”, dice con la voz temblorosa. “Y ese desgraciado quemanejaba se ha dado a la fuga todavía más”, comenta con el rostro enervado y sin lágrimas ya.
La sala de emergencias del hospital está atestada de personas con aspectos amarillentos, paliduchos,enfermizos y otros disconformes por “el servicio lento y de mala calidad”. Tal como si fuera un cementerio los gemidos de dolor, llantos y lamentos repletan el espacio. Allá, sentada en un rincón dellugar, se encuentra Marta cargando en sus brazos las ropas ensangrentadas de su “hijito”. El llamado de: “acercarse la madre del niño Israel Cabezas”, la hace pararse abruptamente de su silla, sabiendo...
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