Cuento corto

UN MINUTO DE BULLICIO

Cuestión de horas, de minutos, ¡ganar al tiempo! Imposible cuando te lleva la ventaja; tras el papelerío ponderaba la idea de ordenar mis redacciones para ingresar a unaespecie de concurso no muy reconocible pero sí con un fin noble, como todos ellos, después de todo hay que empezar dando pequeños pasos.
Cojo las redacciones y me empecino al lugar de entrega misma avede rapiña a su carroña. Llego al evento, todos están formando, bueno no vine para participar en esas cosas, sino a dejar mi redacción. Pero si algo me consumía la atención, era cómo el silencio podíaimperar a tal magnitud, jamás había visto un dominio tan absolutista, ¡qué Hitler o Mussolini!
¡Qué rareza! El silencio, las miradas idas, la inanimidad imperante en el patio, el moderador callado;si la gente me hubiese mirado, pensaría que algo hice mal, que el problema radicaba en mí y adiós psicosis, pero no era así, el vacío existente me intrigaba, mi mente trashumaba en una razón lógica yno encontraba la respuesta a este porqué.
Caminé en medio de toda esa inercia, me sentía como un turista en medio de los arcaicos guerreros chinos de Terracota, caminé campante ¿por qué no mostrar milado seguro? Mi mirada se veía interceptada por otra ¡Ah! ¡Un conocido!- Hola ¿qué tal?- Le dije, y sus acompañantes se rieron, aparté mi familiar saludo y maldije en mente a las calabazonas. Pero quéraro ¿por qué no me contestó ni el saludo? Ahora sí me preocupaba más, mientas caminaba la gente me observaba, se reía, ahora sí me inquietaba ¿qué estoy haciendo mal?...
Llegué a la oficina deentrega, después de miradas críticas, desconcertadas, de mofa, de extrañeza, de nerds… ¡Qué delirio caminar en esa incongruencia de pareceres! Jeje y de pensarlo me vacila.
-Señorita, señorita; ¿aquírecepcionan los poemas?- ¡qué indiferente! ¿Por qué no me hace caso?... Observo al moderador con la mirada baja, algunos ensimismados, las miradas indiferentes fijándose a un punto indeterminado… Humm,...