Dios
El autor de "Kamchatka" adapta libremente la obra teatral "El mé-todo Grönholm" de Jordi Galcerán para construir una metáfora so-bre la sociedad contemporáneay sus tensiones sociales, a la vez que nos muestra la pelea salvaje y sin escrúpulos que invade el mercado laboral. Ambos aspectos los aborda partiendo de un atractivo y sugerente planteamiento:encerrar en una sala a los sie-te candidatos para un puesto de trabajo en una multinacional. No habrá representante de la empresa que los entreviste y seleccione, y serán ellos mismos quienes se estudien,se sometan a sibilinas pruebas y enredos, y quienes se acaben excluyendo en una lucha sin cuartel. El caldo de cultivo está preparado para las mayores hu-millaciones y deslealtades, porque ladesconfianza y una competiti-vidad mal entendida dejan al descubierto todas las miserias y baje-zas humanas, a la vez que queda patente el afán de poder de unos individuos cualificados, inconformistas einsatisfechos con la vida que llevan.
La película recuerda mucho a lo vis-to recientemente en "Smoking room" (Wallovits-Gual) o a la clásica "Doce hombres sin piedad" (Sidney Lumet). Como ellas, suéxito debe-ría residir en unas interpreta-ciones que supiesen plasmar tipos humanos bien dibujados previa-mente en el guión, y en saber crear un ambiente claustrofóbico que se transmitiese al espectador.Ambas cosas están conseguidas gracias a una buena selección de actores nacionales, bien dirigidos por Piñeyro y que encarnan variados modos de entender la vida, aunque todos ellos inmersos en laór-bita de insolidaridad y la ambición. Cada espectador tendrá sus preferencias por un actor u otro, pero quizá el de Najwa Nimri sea el más difícil y mejor conseguido por asumir parte de ese vacíoexistencial y a la vez una conciencia más nítida de lo que es im-portante en la vida, mientras que el resto se acercan al estereotipo. La puesta en escena cuidada y una fotografía que incide en reflejar...
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