Edad Media
Salvador Pániker,Presidente de la Asociación Pro Derecho a Morir Dignamente (DMD) de España
La Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) tiene como principal objetivo defender el respeto a la voluntad expresa y libre de toda persona en la fase final de su vida, particularmente en lo que concierne a su terminación. Pretendemos promover el derecho de toda persona a disponer con libertad de su cuerpo y de suvida, y a elegir libre y legalmente el momento y los medios para finalizarla. Así defender de modo especial, el derecho de los enfermos terminales a, llegado el momento, morir pacíficamente y sin sufrimientos, si éste es su deseo expreso.
Es necesario apoyar las investigaciones relacionadas con la muerte y la libertad del hombre para elegir racionalmente su destino personal.
Pero principalmentedefendemos el derecho de todo enfermo a permanecer informado sobre el diagnóstico y tratamiento de su enfermedad en términos que pueda comprender a tomar las decisiones últimas sobre su tratamiento, incluso la de rechazarlo, y a recibir los medios necesarios para evitarle sufrimientos.
DMD defiende el derecho de todos los enfermos terminales e irreversibles a recibir una asistencia médica. ENCONTRA:
CON LA VERDAD POR DELANTE
Luis de Moya, sacerdote y médico tetrapléjico autor del libro "Sobre la marcha", capellán de la Universidad de Navarra y responsible de www.fluvium.org, www.muertedigna.org y www.luisdemoya.org.
Si parece necesario falsear la verdad o al menos ocultarla para argumentar, seguramente lo que se pretende no es cierto.
Pues de falsear y ocultar no andaprecisamente escasa la apología institucional que se nos ofrece de la eutanasia. Es bien sabido que con los medios de opinión en la mano la verdad se crea. No importa para nada si concuerda o no con la realidad.
Estuve hace poco en un debate televisivo sobre el tema. La moderadora, imparcial habría que suponer por más que la cadena no lo sea, se refería para entrar en el tema y sin pestañear a que lahistoria de la vida y muerte de Ramón Sampedro ya muchos la habían visto en la pantalla. Todavía no había sido premiada con el óscar. No había más que decir. Sólo faltaban por aparecer para moderar imparcialmente, sin pestañear insisto, las oportunas cuñas de la película dando pena y unos gráficos perfectamente demostrativos de cómo la eutanasia se impone. Como digo, todo fue llegando.
Lapelícula miente. Posiblemente no miente Amenábar que, como es natural, está en su perfecto derecho de contar su historia, magistralmente por cierto. En todo caso la película miente: para ser honrada tendría que advertir, siendo un caso tan conocido, que no pretende la fidelidad a los hechos. Hubiera bastado eso y la película no sería peor, sino al contrario.
Miente porque se cuenta de modo distinto loque pasó y, en mi opinión y sobre todo, por lo que no se cuenta. No la había visto hasta la semana pasada y, conociendo con cierto detalle la situación y de primera mano algo de lo sucedido, no me podía imaginar, por más que me explicaran, hasta qué punto la película miente.
Pero al fin y al cabo es más de lo mismo. Si se quiere promocionar el mal no hay más remedio que escamotear la verdad....
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