El escritor ha muerto… ¡viva el escritor!

El escritor se retuerce. Contempla las huellas ensangrentadas sobre el papel. Al parecer fue una muerte lenta y agónica. Solo encontraron una hoja en blancoensangrentada y la casa revuelta. La búsqueda de su cuerpo cesó cuando encontraron su mano derecha flotando en un río. Nunca encontraron aquello que escribía. Sus novelas,poemas y otros textos fueron tachados por la comunidad de críticos como: “Pluralidad mediocre”, “Incoherente sarta de simplezas”, “Metaforismo oscuro y sin posibilidadde luz”…la colección de insultos a su obra era bastante larga. Al instante de su muerte sus tres únicas novelas se tornaron Best Sellers. En los círculos máscerrados de la nata intelectual releían una y otra vez sus poemas (aún sin comprenderlos), haciendo pausas de admiración al final de cada estrofa. Su nombre era manoseadocomo una coletilla atrayente e imprescindible en las columnas de los diarios. Todavía buscan con tesón su último escrito. Dejó todos los derechos de su obra a suempleada doméstica, quien se fue de la ciudad ese mismo día. Algunos especulan que ella esconde sus textos inéditos, que los tiene entre las manos en estos momentos pero seniega a mostrarlos. Quizá esperando a que sean más cotizados, quien sabe. Ahora ya tienen el misterio, el suspense, la figura legendaria para adorar.
Advertencia:Este epílogo está hecho solo para aquellos que creen en los finales felices…
Una pareja camina al margen de un río entre montañas. Sus risas y juegos les hacenparecer una postal barata de destinos turísticos. Él le acomoda entre el pelo y la oreja una pequeña florecilla, pasa algún trabajo para ello, ya que tiene un solo brazo…