El mexicano, psicología de sus motivaciones. (santiago ramírez).
(SANTIAGO RAMÍREZ).
La mujer ha ido rompiendo con el paradigma de la mujer sumisa, nos podemos dar cuenta de cómo hace 10 o 15 años con nuestrasabuelitas su mundo era atender a su esposo, hacer de comer, lavar, planchar, ir al mercado y regresar a su casa, por lo cual era educada dentro del seno familiar para que su entorno girara alrededor de suesposo e hijos. La misma sociedad no veía bien que la mujer tuviera voz y voto en la vida política.
Encontramos, claro está, que la organización familiar, económicamente miserable, girabaalrededor de la madre; ella mediante trabajos extenuantes podía sostener y llevar a cuestas el hogar. Habitualmente lavaba ropa ajena o planchaba y mediante estos ingresos sostenía a sus hijos.
Desdesiempre la mujer ha sido enseñada a obedecer y a ser sumisa.
Hasta hace muy poco era típico enseñarles a las niñas mayores de la familia a cuidar de sus hermanitos más pequeños, a estar cerca de la madre,a aprender los oficios y a servir a los hombres de la casa.
La mujer aprendió a realizar tareas, tanto las delicadas como las tareas más rudas. Aprendió a almidonar los cuellos y los puños de lascamisas, a bordar, a tejer y a hacer maravillas con las manos, pero todo se reducía al pequeño mundo de las cuatro paredes de su casa, aprendió a tratar con cosas de gente grande, muchas veces a ayudaren pequeños negocios, en consecuencia, también aprendió a contribuir a los ingresos de la casa.
Se le enseñó a guardar silencio, a no exteriorizar lo que les molestaba, por miedo o por respeto, peroaprendió erróneamente a callar, a bajar la cabeza ante sus mayores y hacer o decir lo que le era ordenado, y a recibir lo poco o lo mucho que le pudieran o quisieran dar, de acuerdo a lasposibilidades de la familia.
Se creía que la mujer no necesitaba ir a la escuela, si acaso aprender a leer y a escribir, si es que contaba con suerte, todo esto porque la mujer era para cuidar de casa, hijos...
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