El poder. la visión de foucault analizada a través de los contractualistas

EL PODER.
La visión de Foucault analizada a través de los contractualistas.

“La libertad no es una filosofía y ni siquiera una idea: es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos a pronunciar un monosílabo: Si o No. En su brevedad instantánea, como a la luz del relámpago, se dibuja el signo contradictorio de la naturaleza humana” (OctavioPaz, La otra voz)

Si o no. Ser prudentes o audaces. Obedecer o revelarnos.
Nuestra vida no es un recorrido lineal que parte del momento de la concepción y culmina con la muerte. La vida es el fruto de innumerables elecciones que realizamos (o decidimos no realizar) a cada instante. Cada una de esas elecciones modifica o condiciona las que vendrán. La conducta humana no es predecible,aunque en cierta medida, se ve influenciada por normas, o por costumbres.
De hecho, la convivencia en sociedad implica la renuncia de ciertos derechos "naturales" (o actos libres individuales), para pasar a un orden "superior", a un sistema regido por un conjunto de normas tendientes a armonizar la fuerza colectiva para trabajar en dirección al progreso social o del conjunto. De estaforma, la existencia de la estructura social (acotando las libertades individuales) no sólo pasa a ser una inclinación natural en el hombre, sino algo racionalmente conveniente.
Si consideramos la libertad como un atributo de la condición humana, alcanza una significación profunda y decisiva: al elegir sobre ésta o aquella cosa, sobre éste o aquel curso de acción, el hombre está decidiendosobre sí mismo. Cada persona, como consecuencia de sus elecciones, construye su propia existencia.
La libertad ejercida individualmente, con su aleatoriedad intrínseca, sumerge a la sociedad toda, en el mar de la indeterminación, de la complejidad, de la no predestinación (aunque las aguas positivistas de la modernidad, que todavía nos impregnan, se empeñen en refutarlo).
Pareceinherente a la inteligencia humana el constante sentido crítico ejercido hacia la realidad, ejercido desde luego con mejor o peor criterio o inteligencia, pero ejercido al fin y al cabo.
Precisamente, la historia de la política moderna, se caracteriza por la construcción del “status civilis”, como una búsqueda eminentemente racional, para encontrar un principio totalizador capaz de “gobernar” o“administrar” la conciencia del hombre. Es decir, encauzar en uno u otro sentido, las “multidirecciones” que pueden tomar las conciencias humanas (como integrantes del cuerpo social) frente a determinado suceso.
La construcción del estado civil, se trata en definitiva de una construcción racional del poder (entendido como dominio, o como facultad para imponer) pero, de un poder legitimado.Pero, ¿cómo es esto posible? ¿Cómo se materializa? ¿A través de qué mecanismos? ¿Por qué desde siempre los grupos sociales, pequeños o masivos, sencillos o complejos, han cedido parte de su libertad para obedecer a uno, o a un grupo reducido de esa comunidad? Si como dice Fernando Savater en “Política para Amador”, “…Ningún jefe es tan fuerte, físicamente hablando, como el conjunto de sussúbditos, … ¿por qué se le respeta y obedece, aunque sea un demente peligroso como Calígula o un incompetente como tantos que hubo, hay y habrá entre quienes mandan a los demás? ¿Es por miedo a sus guardias? Entonces… ¿Por qué le obedecen sus guardias? ¿Por la paga? Pero si lo que quieren es dinero ¿por qué no le quitan todo lo que tiene y acabamos de una vez? Y ¿por qué cuando se liquida a Calígulao a cualquier pobre incompetente como Luis XVI sólo es para buscar enseguida otro mandamás no muy distinto?...”[1]
Así vemos que Thomas Hobbes, en “Leviatan o la materia, forma y poder de un Estado eclesiástico y civil”, partiendo de un análisis de la naturaleza humana, considera que en el estado de naturaleza (prepolítico), el hombre guía su voluntad y su conducta por el deseo de...