El sinceramiento de la informalidad

EL SINCERAMIENTO Y LA INFORMALIDAD

¿Ser o no ser?

I. Un nuevo punto de partida.

En una Argentina en la que casi el 50% de la población es pobre, donde uno de cada dos niños nace en un hogar con características de indigencia y más de 4 millones de personas están fuera de los beneficios de una sociedad integrada y que – por el contrario - fragmentada sobre la base de la distribuciónregresiva de la riqueza, hace cada vez más actual y vigente lo expresado por un grupo de legisladores argentinos - nucleados en el Grupo de los 8 - al referirse a la corrupción: “ Se agotó el tiempo de las descripciones o los diagnósticos, la retórica ética o las distintas explicaciones del flagelo” . En este caso lo corrupto e inaceptable pasa por la exclusión, el empobrecimiento y el deterioro dela calidad de vida de los argentinos.

Es en esta Argentina, inmersa en un proceso de desindustrialización y empobrecimiento, objeto y sujeto de una guerra de agresión económica que busca vaciarla de sus aún existentes recursos – sean estos materiales o humanos – donde todas las demandas, vías y soluciones deben inevitablemente transitar una condicionante previa: la sinceridad requerida paraoperar sobre lo que se debe y no lo que se quiere o puede hacer.

Es la sinceridad absoluta para resolver la ecuación de una fatal y permanente disposición de la voluntad productiva del país como sujeto de sacrificio en el altar de la globalización y el bienestar del sistema financiero – antagónico por definición de lo productivo –, la sinceridad necesaria para aceptar que la única salida esaquella con antecedentes y contenido de realidad - y no la forzosa de lo académico y metodológico - y la sinceridad básica para reconocer que un sistema asistencialista es tan utópico como irrealizable si no se lo considera como una medida transitoria y capaz de generar oportunidades como repago de su asignación.

II. Un entorno perverso.

Desde el análisis último del proceso socio-económico seadvierte que en la medida que se ha intensificado el protagonismo del sector moderno o modernizado de la economía, específicamente aquel financiero transnacional, se ha desplazado sistemáticamente a vastos contingentes del empleo, y por lo tanto de ingresos, configurando una creciente sociedad paralela, marginada de la dinámica modernista y que, aparentemente, sólo es pasible de una atenciónmeramente asistencial.

Este proceso se ha agravado y acrecentado como consecuencia de la crisis económica recesiva, de ajuste y reconversión productiva, y que se tradujo en el achicamiento del sector productivo, principalmente industrial, con un crecimiento desfasado de tareas de subsistencia improductivas y el volcamiento de recursos hacia los sectores financieros en desmedro de los productivos.Es en este marco de país donde se han producido estallidos sociales, que tienden a transformarse en estructurales y propios del folklore político en la medida que no se arbitren medidas de tipo macro, pero también simultáneamente micro, que permitan si no revertir la situación, por lo menos moderar la tasa de desestructuración productiva, económica y social.

Es fundamental, por ello atender,desde lo estratégico, a los factores productivos que permiten mantener las fuentes de trabajo y crear las nuevas que la sociedad necesita, y en lo táctico e inmediato atender las necesidades de los desposeídos ubicados en los estratos de pobreza e indigencia, pero también de aquellos grupos sociales ubicados en aquellas franjas de vulnerabilidad cada vez más significativas.

III. ¿Elasistencialismo como la única solución?

Al día de hoy, y como una característica histórica argentina, la distribución asistencial ha sido el mecanismo de distensión y contención social mas extendido e institucionalizado, como emergente de buenos y pasados tiempos adquiere hoy una carga de irrealidad cuando se plantea en un escenario de urgentes y crecientes demandas sociales contrapuestas a un Estado...