Error fundamental de atribución

El Error fundamental de la atribución

La lección más importante de la psicología social se refiere a qué tanto somos afectados por nuestro ambiente social. E n cualquier momento, nuestro estado interno, y por consiguiente lo que decimos y hacemos, de pende de la situación, al igual que de lo que introducimos a la situación. En los experimentos, una ligera diferencia entre dos situacionesalgunas veces afecta notablemente la manera en que responden las personas. Veo esto cuando imparto clases a las 8:30 am y a las 7:00 pm. A las 8:30 me reciben miradas fijas y silenciosas; y a las 7:00 pm tengo que interrumpir una fiesta. En cada situación algunos individuos son más comunicativos que otros, pero la diferencia entre las dos situaciones excede a las diferencias individuales.

Losinvestigadores de la atribución han descubierto que a menudo no apreciamos esta importante lección. Cuando explicamos la conducta de alguien, subestimamos el impacto de la situación y sobreestimamos el grado en que refleja los rasgos y actitudes del individuo. Por lo tanto, aun conociendo el efecto de la hora del día sobre la conversación en el salón de clases, encuentro terriblemente tentador asumirque las personas de la clase de las 7:00 pm son más extrovertidas que los “tipos silenciosos” que llegan a las 8:30 am.

Este caso omiso de la parte desempeñada por la situación, llamada por Lee Ross (1977) error fundamental de la atribución, aparece en muchos experimentos. En el primero de tales estudios, Edward Jones y Víctor Harris (1967) pidieron a estudiantes de la Universidad de Duke queleyeran artículos de polemistas que apoyaban o atacaban al líder cubano Fidel Castro. Cuando se les dijo que la posición tomada había sido elegida por el polemista, los estudiantes con bastante lógica asumieron que reflejaba la propia actitud de la persona. Pero ¿qué sucedió cuando se les dijo a los estudiantes que había sido el moderador del debate quien había asignado la posición? Las personasescriben enunciados más fuertes de las que se esperan de aquellos que simulan una posición que no sostiene (Miller y Colls; 1990). Por lo tanto, el hecho de saber que se le había pedido al polemista que tomara una posición pro Castro no impidió que infirieran que el polemista de hecho tenía algunas inclinaciones pro Castro.

El error de atribución es tan irresistible que aún cuando las personas sepanque están causando la conducta de otra persona, subestiman las influencias externas. Si los sujetos dictan una opinión que alguien más debe expresar después, tienden a ver a la persona como si en realidad sostuviera esa opinión (Gilbert y Jones, 1986). Si se les pide a los sujetos que se auto elogien o auto desaprueben durante una entrevista, están muy conscientes de por qué están actuando así.Pero no están conscientes de su efecto sobre la otra persona. Si John representa modestia, es probable que su ingenua pareja, Bob, exhiba también modestia. John entenderá con facilidad su propia modestia aparente, pero pensará que el pobre de Bob sufre de baja autoestima (Baumeister y Colls; 1988).

¿Ocurre en la vida cotidiana el error fundamental de la atribución?

Si sabemos que el cajero estáprogramado para decir “Gracias y que tenga usted un buen día”, ¿de todas maneras concluiríamos de manera automática que el cajero es una persona amistosa y agradecida? Por supuesto que sabemos cómo descontar conductas que atribuimos a motivos anteriores (Fein y Colls; 1990). Pero consideremos lo que sucedió cuando los estudiantes del Williams College hablaron con una supuesta estudiante graduadaen psicología clínica que actuaba ya fuera afectuosa y amigablemente o reservada y crítica. Previo a ello, los investigadores David Napolitan y George Goethals (1979) les dijeron a la mitad de los estudiantes que la conducta de esta estudiante seria espontánea. A la otra mitad les dijeron que para los propósitos del experimento ella había sido instruida para fingir conducta amistosa (o no...