Experiancia metafísica

A tenor de la eclosión fenomenológica

“Cada uno de esos objetos y otros mil similares, por sobre los cuales la mirada de ordinario se desliza con indiferencia, en el momento menos pensado y sinque en el mundo haya fuerza capaz de conjurarlo, puede tomar un cariz tan solemne y conmovedor que todo mi léxico no alcanza para darle expresión”
( Carta de Lord Chandos publicada en 1902 ).

Unviejo macetero de barro permanece semienterrado junto a la base de un árbol frondoso y firme. Nadie lo advirtió, nadie quiso detenerse ante el regocijo del instante, o ante la futilidad de extraerlo delpaisaje reificado que rodea la casa. Pareciera querer esconderse, seguir abandonado a su suerte cuando, súbitamente, renace a mi presencia sin reservas, como de una atrofia que durase varias edades dela tierra, desconociendo yo todo rastro de procedencia y naturaleza ¿Es un macetero esto que se haya ante mi? ¿Acaso puedo llamarlo “macetero” en tan precaria condición de utilidad y figura? ¿Es quequizá se esconde? No, el macetero no se esconde de nada, no reclama una planta para sus adentros, ni grita que lo yergan lejos de la sombra y lo alumbren al sol de un balcón. Tan sólo está, es. Noarrastra pesar alguno (des-figurado), vive sin más, sin porqué en tanto en cuanto que acontece. El pensamiento vacila y titubea. Se obstina en adivinar el resto de la forma bajo la tierra, en distinguirentidades alrededor de la llama que lo ciega ¿Acaso no será el macetero, con la tierra, la hojarasca, el árbol, todo ello lo que se me presenta indistintamente sin postigos separados?... Hermosaimagen cumplida, inmóvil y torrencial me envuelve en ausencia de mí.

Frente al mero ente le soy necesario sólo al valor, ya sea bueno/malo, bello… Y sin embargo la verdad sobre-cogida, natural, que meatraviesa es más poderosa, más original, que la bondad o la belleza: Donación desnuda. Inerme el entendimiento, el vacío se impone y me arrastra... El mundo consolidado retorna indistinguible, bañado...