Historia de la educación

LA' LECTURA: EL ELEMENTO FUNDAMENTAL
En El desastre, tercer volumen de la tetralogía iniciada con el Ulises criollo en la que José Vasconce1os narra su vida, se expresa que si un pueblo no tiene qué leer más vale dejarlo analfabeta. Esta frase te'nÍa .~. i,or objeto defender la acción editorial de la Secretaría de Educación
Pública de los ataques que le lanzaron los diarios. Vasconcdosconsiguío que el presidente Obregón pemútiefa que los Talleres Gráficos de la Nación pasaran a la Secretaría de Educación y que, además, se dotara su Departamento Editorial de nuevas prensas. ~simismo, la 'Secretaría inició el establecimiento y dotación amplia de Úbros a las bibliotecas. Sin material de lectura, toda la acción educativa descrita en el apartado precedente no tenía sentido y, sobre todo, lefaltaría su principal basamento.
La industria editorial mexicana tenía una vida muy precaria en los aoos que corrían parejos con la Revolución Mexicana, entre otras cosas porque carecía de un mercado amplío, Por otra parte, las bibliotecas eran pocas y la mayoría fthlcionaban 111ás como bodegas o depósitos libros que como lugares de lectura. En ese sentido, las largas tempora· das que pasóVasconcelos exiliado en los Estad()s Unidos le hicieron ver la importancia de que un país cuente con centros de lectura. Para él resultaba de mayor interés la biblioteca práctica, donde hubiese li· bros infonnación }' aprendizaje, que colecciones de ir.cllnablcs y libros ~~!f()S. l::stas también tienen sentido, ;lceptaba, pero resultaban más neCeSallaS las otras. IVONE

Es muy ·significativo quedurante el primer año de su gestión como rector, todavía antes de la creación de la Secretaría, se hayan echado a 198 bibliotecas, divididas en 64 T1l unieipa1es, 80 obreras y 54 es· con una dotación total de 000 libros para todas, Dos afíoS' DlJS tarde, el númcro subió a 671, incluyendo 21 ambulantes y una te. A las nuevas bibliotecas se dotó de 65000 volúmenes, que \umados a los cien milrepartidos entre 1921 y 1922 se dcmostraba, elocuentemente el interés oficial por incrementar la lectura y hacer ha al alcance de los recursos del erano, por 10 que el de la Bibliotec] Nacional fue un proyecto frustrado y hubo de continuar en su sede de
, las calles de Uruguay ñasta 1979. No obstante, Vasconcdos creó bibliotecas importantes: la Ibero3l11cncma, especializada en obras relativas a lacultura, historia y realithd latinoamericana, alojada a un costado de la Secretaría, y la Biblioteca Cervantes, dedicada a la literatura y que se albergó en un edificio nuevo, e¡1'la colonia CueHero. Los
.miembros de la generación del Ateneo de la Juventud sabían valorar el 'arte colonial y uno de sus miembros, el arquitecto Jesús T. Acevedo, 'influyó mucho para que se adoptasen modelos' 'novohispanospara la construcción de una llueva arquitectura mexicalila. La Biblioteca Cervantes es uno de los mejores ejemplos que ilustran esta tendencia. EDWIN Y ALEJANDRO

Mas la lectura nO sólo se realiza en estab1ecimiell tos públicos. La utopía de un hombre culto, de nn buen lector, es que en todas las casas de los ciudadanos hubiese libros y, particularmente, aquellos cuyo men
y contenido fuesenunivers;¡1cs. José Vasconcclos, como ya se diio, era un gran lector desde su infancia, Es por ello que llegó a decir, frente a la crítica pusilánime, que sostcuíJ que los nifíos no comprenderí::m a
clásicos, que en realidad los nillOS eran inteligen tes pero se voh:;1l1
estúpidos al negar a los dieciséis aúos. El plan vasconccIista de edicionó . era publicar cien obras fundamentales de lacultura universal, y al n;:':. lIla tiempo, libros de índole téClliu que sirviesen de ~\Uxiliares dec"::1
tes y elementos de autoaprendizaj<: Se procedió por 10 mismo a ediLu los clásicos de la literatura' uni,,'c:-
antiguos y modernos, adcl11~ls obras auxiliares didúcticas. los últimos hubo libros de carúder elemental de lectura. Sin emb3~:::G, 10 más sobresaliente fue la colección de los...