Historia del sistema educativo español

El sistema educativo español
En
Los últimos cincuenta años




































José Manuel López Blay

A modo de justificación.


Cuando acepté colaborar en la elaboración de un libro que conmemorara el cincuentenario del Instituto – así, a secas, sin adjetivos, porque así lo conocimos durante muchos años –era consciente de la dificultad que supone ser juez y parte de la historia que se pretende contar. Diez años de mi vida los he pasado entre sus paredes. Siete, aprendiendo el miedo y la pasión por las palabras y los números detrás de sus pupitres; tres, delante de sus pizarras, procurando, al menos, no llegar a cometer y repetir todos los errores inventariados en los manuales de herejíaspedagógicas.
Con ese lastre, lo más difícil resultó encontrar el registro, el timbre preciso para que mi voz no resultara añorante. No quería contribuir a esa infausta moda de reivindicar el pasado, inventándoselo descaradamente, haciendo un vergonzoso alarde de desmemoria. Para eso ya tenemos suficiente mascarada con Cuéntame cómo pasó. Aunque tampoco figuró entre mis propósitos iniciales procedera un ajuste de cuentas.
Encontré en la historia del sistema educativo español el territorio que me iba a permitir construir un discurso honesto, que, sin instalarse en la complacencia, no resultara excesivamente bronco. Se trataba de ensayar una mirada más allá de nosotros mismos, una mirada que intentara llegar a la caja negra del sistema, y alumbrara algunas prácticas escolares queentonces no entendimos, algunos ritos que marcaron nuestras edades más luminosas.
Ése ha sido mi propósito, cartografiar esa región de nuestra memoria, intentando desentrañar algunas pistas que nos permitan explicarnos mejor a nosotros mismos.
Con el único objetivo de conseguir una escritura que resultara ágil y que, a la vez, acompañara sin estridencias al texto nuclear de VicenteGómez Benedito – alma máter de este libro, compañero, y, sin embargo, entrañable amigo – he optado por omitir citas a pie de página y hacerlo a final del documento, junto con las referencias bibliográficas. Espero que mi decisión haya sido acertada.
Si, además, mis palabras os ayudan a recobrar parte de esa patria que es la adolescencia, a la que más tarde o más temprano acabamos regresando, laempresa habrá resultado provechosa. Porque yo también soy de los que pienso que, para bien o para mal, acabamos siendo de donde estudiamos Bachillerato, que es tanto como decir, que uno acaba siendo de la ciudad en la que conoció el amor por vez primera.




















EL SISTEMA EDUCATIVO ESPAÑOL DESDE EL GOLPE DE ESTADO HASTA LA LEY GENERAL DE EDUCACIÓN DE 1970.El desmantelamiento de la obra republicana y la depuración del sistema educativo.



El dictamen de los ideólogos del franquismo fue contundente. España padecía una triple enfermedad ideológica: el liberalismo, el socialismo y las ideas revolucionarias que, alumbradas en los siglos XVIII y XIX de tan infausta memoria, habían germinado con el régimen republicano. La terapiapropuesta no fue menos expeditiva: se hacía inexcusable borrar de la conciencia colectiva cualquier resto de ese nefando período de la historia de España.
Por ello, no resulta extraño comprobar cómo el franquismo se afana, desde los primeros días del golpe militar, en el desmantelamiento de la obra republicana. Y puesto que al modelo educativo que empezó a forjarse en 1931 - complicada perofructífera síntesis de nuestra mejor tradición educativa liberal del siglo diecinueve y del ideario de la Institución Libre de Enseñanza – se le atribuye una importante cuota de responsabilidad en el retroceso de las esencias patrias, no resulta complicado entender que la depuración ideológica de los distintos elementos del sistema educativo español fuera una de las primeras actuaciones del nuevo...