Imperialismo de comida

Economía del Medio Ambiente y Desarrollo
Lectura: El imperialismo de la soja

Desde una perspectiva marxista el imperialismo no es un periodo acabado de la historia, ni tampoco una forma extinguida de dominación política, sino la forma por la cual la propiedad del capital se concentra en unos países "centrales”. Pero cuando uno se pregunta qué es el imperialismo en sí, resulta ser que no sóloimplica que los estados tiendan a expandirse por ambición de poder, prestigio, seguridad y ventajas diplomáticas respecto a otros estados; sino también que se convierta en un imperialismo comercial de querer imponerles a todos una obligación para cobrar una innovación tecnológica, para expandir su economía, obtener materia prima, mano de obra, o para dar salida a los excedentes de capital.
LaDeclaración Universal de los Derechos Humanos considera el derecho a la alimentación y al bienestar nutricional como un derecho fundamental. Pero resulta un tanto problemático observar que la economía moderna no produce los bienes y servicios que necesita la población, sino las mercancías que generan beneficios. Las necesidades humanas básicas, incluida la alimentación, quedan subordinadas a esosbeneficios. Con ello la lógica de la vida es subordinada a la producción industrial de alimentos para el mercado mundial.
El patrón alimentario que se defiende actualmente como viable y apropiado en un mundo global, supone un verdadero imperialismo alimentario que atenta contra la diversidad de las tradiciones alimentarias y sus identidades culturales y étnicas.
Y es que esta mercantilización delos alimentos a nivel mundial ha demostrado su incapacidad para proteger el derecho fundamental a la alimentación. Este modelo alimentario se desentiende, tanto de las necesidades sociales y ecológicas, como de sus consecuencias actuales y futuras. En abierta oposición a los derechos de la población (campesina o consumidora) a una alimentación suficiente, saludable y nutritiva, a una vida digna ensu propia tierra y a su cultura tradicional, este negocio alimentario sólo se preocupa de no interrumpir el ciclo de producción y circulación de las mercancías, para que no cese la producción de ganancias, dejando de lado los ciclos de la naturaleza, el patrimonio común biogenético, los procesos ecológicos, los derechos humanos, y en particular, la seguridad y soberanía alimentarias.

En losúltimos años, la comunidad mundial ha presenciado con indignación cómo algunas multinacionales productoras de semillas han reclamado el derecho de propiedad sobre especies enteras de plantas basadas en que alteraron un gen en un miembro de esa especie, por lo que todo su genoma les pertenece, y tal como lo menciona la lectura muchas veces de manera sospechosa.
Para empujar a los individuos a acudir"libremente" al mercado, tal como ocurrió con la mostaza en la India, antes de producir riqueza, el capitalismo necesita producir esa necesidad, y que mejor que mediante el hambre, la desprotección social o algunos huecos en las legislaciones.
Monsanto, por ejemplo que desarrolló, principalmente en base a sus frijoles de soja genéticamente manipulados, razones de patente para impedir que losagricultores multiplicaran sus semillas y se vieran forzados a comprarle siempre las semillas, que al mismo tiempo, tenían la capacidad de soportar el rociado con el principal herbicida de la compañía, Roundup.
Así, es como estas gigantescas transnacionales esperan vender enormes cantidades de semillas manipuladas genéticamente y patentadas, ante un mundo de continuo crecimiento demográfico y dondela alimentación es un gran negocio que tiende a crecer. Algunas empresas como ésta, aspiran a que los agricultores de todo el mundo necesiten volver a ellas, año tras año, para comprarles semillas y, en algunos casos, incluso los compuestos químicos para cultivarlas. Patentes de plantas, licencias, derechos de propiedad intelectual, investigaciones y juicios contra agricultura por violar el...