Incidencia política de la educación popular ambiental

Incidencia política de la Educación Popular Ambiental

Juan Francisco Santos Estévez

Al hablar de EPA, lo que primero viene a la mente son los retos que nos impulsan, nos halan a continuar en esta trinchera de lucha, nos dan oxigeno, y también nos quitan el sueño en las noches, que nos complejizan nuestras prácticas de vida, nuestra existencia, que nos convierten en poetas y viajeros delespacio y también en seres terrenales sufridos del dolor y calamidad del mundo de hoy. Esto es una química esencial muy importante.

Para nosotros la EPA no es una definición que adjetiviza ora la EA, ora la EP. Como Arjona al referirse a Jesucristo, diríamos: la EPA es verbo. La Educación Popular Ambiental es más que una forma de enseñar, es una práctica de vida. De ahí el grancuestionamiento: cómo vivir, construir, aportar, transformar, crecer como ser humano, dialogar, haciéndolo desde el intento explícito del acercamiento a la coherencia, esa articulación entre las manos (actuar) y la cabeza (pensar), esa “yunta de bueyes” que impulsa al carro de la historia, que nos hace sentirnos en constante crecimiento como sujetos individuales y sujetos sociales, activos y conscientes delmomento que vivimos, y de nuestros roles, porque cuántos roles jugamos en la vida, cada día, y cuánto nos cuesta ser coherente entre todos ellos. Baste pensar el quien vive en un lugar con tantos problemas ambientales y quiere resolver… los de otro lugar.

La EPA no busca adoctrinar a la gente en cómo debe comportarse con respecto al medio ambiente.

Partimos del principio de quese aprende haciendo, que la realidad que se vive y construye en grupo supera la riqueza y la lectura de cualquier libro, ¿Y es que rehusamos la teoría? Al contrario, la teoría es más que necesaria, pues tampoco podemos pensar en construir un presente y un mañana de forma exclusivamente empírica. Esta es, precisamente, una de las críticas que hacemos a la educación ambiental en Pinar del Río.El desarrollo de proyectos y programas de educación ambiental es hoy muy común y cada vez son más las personas que se suman a esta actividad de forma profesional, es decir, el número de personas que decide contribuir al cambio de actitudes, aptitudes y conocimientos de otros es mayor. Por supuesto que esto nos causa alegría.

Recordemos que en la década de los 80, e incluso en laprimera parte de la de los 90, éramos solamente unos pocos los que nos considerábamos educadores ambientales. Casi siempre cuando alguien se refería al tema lo hacía pensando en los maestros y profesores.

Hoy las cosas han cambiado. Ejemplos del cambio son los numerosos proyectos o programas de educación ambiental que desarrollan los sectores de cultura, empresariales, ONGs, y también, porqué no, los oportunistas que “resuelven enganchar” fácilmente un financiamiento a nombre de la noble causa y creen que estos no son muy difíciles de encontrar.

Volviendo al tema del crecimiento del movimiento de educadores ambientales también nos preocupa cuántas de estas personas poseen las competencias necesarias para emprender programas de educación ambiental o EPA, cuántos coordinamosexperiencias solamente de forma empírica. Nosotros trabajamos con seres humanos, nuestros errores en la coordinación de procesos pueden ser costosos. En nuestro criterio lo que sigue ocurriendo es que nuevas personas se deciden a hacer cosas desde lo educativo para ayudar a resolver la crisis ambiental pero las preguntas que siguen vigentes es cómo lo hacen, qué es preferible que hagan o que no.En este sentido soy tajante: creo que es preferible que quienes no tienen la necesaria formación, quienes sólo parten de experiencias empíricas, no las hagan. Por sus consecuencias, puesto que, generalmente no consiguen los objetivos educativos ni tampoco producen cambios duraderos, sustentables en las personas y en el contexto socio ambiental donde desarrollan sus prácticas. En muchos...