La crisis de la agricultura convencional.
Debido a la sobreproducción y la monopolización de la comercialización por los transnacionales, los precios de los alimentos se han mantenido estacionariospor mucho tiempo, mientras que los costos de los insumos manufacturados se han elevado considerablemente. Los agricultores han tenido que endeudarse para pagar tractores de US$ 40.000 y cosechadorasde US$ 100.000, y en general sus pequeños márgenes de ganancia no han sido suficientes para cubrir los intereses de su deuda, lo cual ha provocado oleadas de bancarrotas y cierres de negocios. Unmodelo alternativo tendrá entonces que reducir drásticamente de dependencia en insumos y equipos externos para ayudar a los agricultores a salir de cada crisis. Las raíces de estos problemas residen en elcontexto socioeconómico en el que se originó la mayor parte de la agroindustria moderna. Desde el principio, la ciencia agrícola estadounidense estuvo orientada a aumentar al máximo la productividadde aquel factor que más limitaciones ponía al desarrollo de la economía estadounidense: la mano de obra. Así la mecanización temprana de las prácticas agrícolas condujo inexorablemente al monocultivo,pese a la disminución en productividad por unidad de área que ocasione la mecanización. La ciencia agronómica se concentró entonces en las variedades y en la
densidad de la siembra que debíanaplicarse al monocultivo, y luego en los fertilizantes químicos que permitirían reemplazar a las prácticas de fertilización más laboriosas (tales como la aplicación de estiércol y la rotación de cultivos)por un simple compuesto químico.
Los fertilizantes favorecían la especialización, es decir, la separación en el espacio de ganado y cultivos-, lo cual se acentuarán más tarde por la enorme inversiónen maquinaria necesaria para cosechar un solo cultivo. El monocultivo extensivo, con su práctica de sembrar plantas básicamente en soluciones de nutrientes, engendro brotes de plagas que serían...
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