La Vida En Las Aulas

LA VIDA EN LAS AULAS
Averiguar que sucede en realidad dentro de las aulas escolares, es una de las metas de la mayoría de los investigadores de la educación. Está condicionada por las teorías sobreel curriculum y metodología de investigación que existen en cada momento socio-histórico.
Hasta finales de los 60s, los marcos teóricos y de la investigación sobre la educación estaban dominados porlos modelos presagio-producto y proceso-producto y las metodologías de investigación positivista, con la atención dirigida en exclusiva a datos de tipo cuantitativo. De esta forma, se pensaba, seríaposible alcanzar y asegurar el descubrimiento de una verdad de ámbito universal, con una certeza que no admitiría posibilidades de duda y para siempre.
Se pensaba que la ciencia en general, y lapedagógica en particular, tendría todas las posibilidades de quedar al margen de los intereses de los distintos grupos humanos y, por consiguiente de los ideales y objetivos concretos de estos. Elpropósito seria predecir los efectos de cualquier clase de práctica. Sus resultados aplican de forma de razonamiento técnico, dejando en manos de quienes investigan decidir y valorar toda propuesta deenseñanza y aprendizaje.
Las concepciones positivistas consideran los fenómenos educativos como naturales buscando y confiando en leyes científicas para explicarlos y afrontarlos, mientras que otrascorrientes como la teórica critica, conciben la realidad como una continua construcción social.
El fracaso de los modelos de “racionalidad técnica”, incapaces de explicar una ayuda suficiente en lassituaciones laborales de los profesores, forzó la necesidad de una epistemología alternativa que hace un fuerte hincapié en la reflexión como dimensión esencial, idiosincrasia de cualquier profesional quedesempeña trabajos prácticos.
Volvemos entonces con la distinción que estableció John Dewey, entre la “acción reflexiva” y la “acción rutinaria”. Bajo la rúbrica “rutinaria” se incluyen...