Laberinto De Soledad
En esa búsqueda del otro, Octavio Paz busca en sí mismo –en sus reflexiones- a ese otro que en gran medida lo constituye, a ese otro que es un colectivo;el mexicano. Desde inicios del siglo XX el interés por hablar del mexicano va aumentando, puede tomarse como punto de partida el ensayo que Ezequiel A. Chávez elabora entorno a la sensibilidad como factor del carácter mexicano. Seguido de él, Antonio Caso, la antropóloga Anita Brenner, José Vasconcelos, Antonin Artaud, Jorge Cuesta, entro otros, realizarán los primeros escritos sobreparticularidades del mexicano o la cultura mexicana, que permitan diseccionar algo del mito y algo de la realidad.
En 1934 Samuel Ramos publica El perfil del hombre y la cultura en México, habiendo pasado la Revolución Mexicana, este libro se convierte en un referente para los futuros estudios, tal vez siendo su capítulo más recordado el “psicoanálisis del mexicano”, y llegando a popularizar el tanmencionado, aun en nuestros días, “complejo de inferioridad” del mexicano –tema de otras reflexiones es que el llamado “psicoanálisis del mexicano” y el complejo que se le atribuye, está basado en el concepto de un Adler ya separado del psicoanálisis. Posteriormente el psicoanalista Santiago Ramírez publicará El mexicano: psicología de sus motivaciones- y no sólo estudiando al mexicano, sino construyendo unnuevo mito sobre el mismo, y desde luego, una obra que influenció en gran medida a Octavio Paz y su Laberinto de la soledad.
Con una herencia de ensayos del mismo tipo, Octavio Paz traza su libro sobre el folklore mexicano, lo coloquial, lo popular y las palabras, todo esto teniendo a la soledad como eje rector. Entre pachuchos viviendo en Estados Unidos de América que no son ni de aquí ni deallá, que con su estilo dandy buscan distinguirse de ambas culturas, para Paz, el mexicano tiene una tendencia a los extremos. Aquí es prudente preguntarse si la soledad es también un extremo, y si es verdad que “el mexicano siempre está lejos, lejos del mundo y de los demás. Lejos, también, de sí mismo”, no sólo el mexicano que vive en otro país, sino cualquiera, el viejo o adolescente, el criollo,el mestizo, el profesionista, el oficinista y cualquier máscara disponible que diferencie las individualidades, o se desempeñe como defensa del exterior, escudo que Paz vislumbra también en las palabras más populares, por ejemplo, la insistencia por proteger la “hombría”, para lo que el mexicano “no se raja”, no se “abre”, porque hacerlo sería sinónimo de debilidad.
Otra de las características delmexicano que se resaltan es el amor a celebrarlo todo. El solitario ser encuentra gusto en festejar, ya sea algo de carácter religioso, patriota o muy privado. Basta con mirar el calendario y notar todas las fechas marcadas como festividad. Paz contrasta esto con los países más ricos, en los cuáles encuentra pocos festejos, pues no hay tiempo ni humor, mucho menos son necesarias tantas fiestas.Todo esto lo lleva a decir que “nuestra pobreza puede medirse por el número y suntuosidad de las fiestas populares”, hipótesis bastante insípida pero llamativa, ya que serán muchos los factores a considerar sobre esto, sin embargo, muy reveladora y digna de considerarse en dichos análisis culturales. Aun en las festividades, entre tantas personas, el mexicano es hermético, no se “abre”, no se...
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