Locos por la música
Ivan Schuliaquer (revista El Monitor)
El ensamble musical de una chacarera con una pieza de Mozart, al ritmo de música pesada y con baile murguero suena novedoso. Esa fue la propuesta de Manuel Zeruffo antes de terminar la charla: "Los quería invitar porque estamos grabando un CD y estaría bueno sumar un contrabajo, un piano y que la murga venga a algunos recitales".
Los destinatarios delconvite eran Vanesa Córdoba, Leandro Marquesano y Jessica Juárez que, al igual que Manuel, viven en la Ciudad de Buenos Aires. Pese a que tienen una fuerte identificación con la música y que están en la escuela secundaria, envueltos en el anonimato de una ciudad grande podrían no haberse conocido nunca. Sin embargo, el encuentro se produjo y en la charla que compartieron pasaron por diversostemas: el inicio de su relación con la música, lo que opinan sus padres sobre esto que hacen, las ventajas de pertenecer a un grupo, y lo que quieren hacer en el futuro, entre otros asuntos.
Manuel Zeruffo -17 años- va a la Escuela Técnica Cornelio Saavedra y es bajista de la banda de hardcore Zerafines. Leandro Marquesano -20- estudia en el Conservatorio Manuel de Falla y cursa un secundarioacelerado. Jessica Juárez, de 15, asiste a tercer año en el colegio técnico Juan San Martín Sarmiento y es contrabajista en la Orquesta Infantil y Juvenil de Villa Lugano. Vanesa Cordoba -18- baila en la murga Endiablados de Villa Ortúzar, terminó el secundario hace un año; probó estudiar guitarra en el conservatorio, pero dejó.
-¿Cómo comenzó la relación de ustedes con la música?
Manuel: Tuve muchainfluencia desde chiquito, cuando lo escuchaba a mi hermano mayor tocar la guitarra eléctrica, hacía heavy metal y yo decía "guau". Después seguí escuchando ese tipo de música y empecé a tocar la guitarra. Un día, chateando con el baterista de Zerafines, me invitó a que los acompañara a tocar a Pinamar como bajista. No sabía tocar el bajo, pero me prestaron uno y me fui.
Leandro: Mi mamá y mi papásiempre estuvieron tocando folclore; y en las reuniones en mi casa después de comer, se tocaba la guitarra. Desde muy chico me dieron instrumentos para que tocara: bombo, charango, piano. En el viaje de egresados de séptimo grado llevé la guitarra y no largué más la música. Después, estudié en el conservatorio y con maestros particulares.
Jessica: Me acerqué a la orquesta a los 11 años porqueiba a ver a mi hermano más chico a todas las funciones en las que tocaba, y un día me llegó un papelito que decía que buscaban gente. Cuando entré a la orquesta quería un instrumento muy grave, me gustaba el chelo, pero el contrabajo recién se incorporaba y necesitaban contrabajistas. Con el tiempo me encantó y hoy ni loca cambiaría.
Vanesa: Yo iba los domingos a la plaza y miraba la murga, aunqueno me animaba a acercarme. Hasta que un día, hace ocho años, averigüé cómo era y no me fui más. Cuando era más chica, mi mamá y mi papá estaban en una comparsa de Entre Ríos y yo quería eso. Pero después me gustó más la murga.
-¿Qué ventajas tiene pertenecer a un grupo?
Vanesa: Para mí, al ser muchos, se puede aportar más. Por ejemplo, en el baile, podés mirar y decir: "Che, quizás ese pasoconviene darlo de tal manera". Y funciona como una protección, eso está bueno. Por otro lado, quizás estás peleada con alguien, muy enojada. Pero cuando hay que salir, la murga no te va a dejar pelear. Es como cuando salís con tu familia. Si tenés algún problema en la murga, lo charlás.
Jessica: En mi caso, una también tiene que aprender para el grupo. Porque si vos estudiaste la base pero alguno...
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