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No es de extrañar que la web se esté convirtiendo en una de las principales fuentes de información y plataforma de servicios. Verifique en su oficina cuántos de sus compañeros están leyendo algunapublicación impresa y cuántos están conectados en internet. Tal vez usted mismo no se haya dado cuenta que desde hace varios meses ya no compra la prensa a diario y en cambio se conecta a la web todaslas mañanas para leer, escuchar y ver las noticias.
Uno pensaría que muchas empresas estarían en este momento desarrollando desesperadamente estrategias de mercadeo interactivo e invirtiendo una parteimportante de sus presupuestos publicitarios en promocionar sus productos ante esta ola de usuarios de internet. Sin embargo, la realidad es muy distinta. Luego de más de 10 años de haberse iniciadola era de las “puntocom” en el país, todavía menos de 1 por ciento de la inversión total en publicidad se destina a la publicidad en internet. Cantidad muy pequeña si se compara con 12 por ciento quese invirtió en 2007 en Estados Unidos, o con 3 por ciento en promedio que se invirtió en países como Brasil y México.
Este lento despegue de la publicidad interactiva en Venezuela, más que unadistracción o falta de interés por parte de los anunciantes y sus agencias de publicidad, tiene que ver realmente con lo complicado, tal vez no costoso, que les resulta a los anunciantes pautar en internet.La verdad es que los sitios web en nuestro país han hecho pocos esfuerzos por facilitar el proceso de inversión publicitaria.
En primer lugar, existe una gran atomización de sitios web quepretenden captar la atención de los anunciantes. Esto hace que si un anunciante desea estar en internet debe cotizar y negociar con decenas de sitios que operan en el país para destinar una porción pequeña desu presupuesto a la publicidad interactiva. No olvidemos que 80 por ciento de la publicidad se negocia con sólo un puñado de canales de televisión abierta y por cable, estaciones de radio y...